Gastón Neffen
Después de las reparaciones de noviembre, se volvieron a producir socavones. Se acumula basura y creció mucha maleza.
Gastón Neffen
El Paseo de Los Pescadores es un hermoso mirador de la laguna Setúbal en la Costanera “Vieja”, pero hoy esta lleno de malezas, vidrios rotos y basura. Además hay hundimientos en varios sectores —una probable consecuencia de la crecida— de lo que también es una defensa de la ciudad contra inundaciones y que se ha socavado varias veces en las últimas décadas.
En el tramo que está a la altura de la Mansión Stamati, las enormes baldosas cedieron —porque se lavó el relleno del piso— y hay un importante hundimiento, que esta lleno de basura y malezas.
Caminando hacia el sur, los socavones en las baldosas siguen y la cantidad de yuyos es un indicador de la falta de mantenimiento, al menos en las últimas semanas.
Las fiestas de fin de año, que tienen a la costanera como protagonista, también provocaron que se acumulen mucha basura en este sector. Es que la gente que está en el faro o en la vereda tira las botellas —que se rompen y dejan fragmentos de vidrio sobre las baldosas— , latas y botellas de plástico al paseo.
En una entrevista con El Litoral, Carlos Pereira, secretario General del municipio, recordó que en noviembre el municipio había realizado trabajos de recuperación de este sector luego de la larga crecida, que inundó este tramo entre finales de diciembre y mayo.
“En estas obras se arreglaron el 40% de los pilotes, que estaban caídos, y también se rellenaron varios socavones, que ahora se han abierto en dos o tres lugares mas. Los detectamos unos días antes de Navidad y tenemos previsto repararlos en los próximos días”, aseguró el funcionario.
También contó que el paseo se va a incluir en las rutinas de desmalezamiento de la costanera. “La verdad es que antes no había yuyos tan altos en este tramo, pero ahora se hace necesario que las cuadrillas de espacios verdes trabajen en la zona”, reconoció.
El crecimiento de las malezas es probable que esté relacionado con la crecida, que puede haber transportado semillas de malezas o incluso con la tierra que se utilizó para rellenar, que a veces viene con semillas que se “activaron” con las intensas lluvias de diciembre.
Al margen de los problemas de mantenimiento, la remodelación de la Costanera Oeste es una obra que ya tiene 20 años —se inauguró en 1996 en la intendencia de Horacio Rosatti— y en el mediano plazo quizás sea necesario estudiar a fondo un sector crítico desde el punto de vista hídrico, en donde la laguna se “encajona” y tiene un poder erosivo muy importante, como lo demuestran los socavones que se produjeron en las últimas décadas, que fueron la causa de esta obra.