Ocurrió en P. Víttori y A. Delgado. Adentro estaban su dueño, un hombre de Rafaela, una mujer embarazada y una niña. No hubo lesionados.
De la Redacción de El Litoral
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El llanto de desesperación de la mujer se escuchaba desde lejos, y el dueño del auto no encontraba consuelo. Pese a que el motor incendiado se apagó “a medias” con extintores, de pronto el auto comenzó a arder de nuevo desde el motor, y luego el fuego cubrió el cubículo interior. La llamarada se alzó y todo pareció una escena dantesca, aunque pudo ser peor ya que nunca llegó al enorme equipo de GNC del baúl: un Chevrolet Astra blanco, se incendió frente al Parque Federal por un problema eléctrico.
Ocurrió cerca de las 17, en P. Víttori entre A. Delgado y M. Zapata. Los efectivos de la Policía provincial acordonaron el lugar, cerraron la calle y quedaron los vecinos de la cuadra, que miraban y filmaban con sus celulares, siempre desde lejos.
Es que el temor a una explosión era inminente, hasta que llegaron los Bomberos y extinguieron el fuego definitivamente. Pero sólo quedaban las ruinas y las chapas que habían dejado de ser blancas: la implacable llama lo oscureció todo.
De acuerdo a lo que indicaron fuentes policiales a El Litoral, el titular del Chevrolet Astra es un hombre de 32 años oriundo de Rafaela. “El incendio se produjo por un desperfecto eléctrico en la parte del motor, y el fuego afectó éste y luego el cubículo”, precisaran las mismas fuentes, sin ahondar en mayores detalles.
Según pudo saber este medio presente en el lugar, el hombre estaba acompañado con su pareja y una niña. Cuando el auto comienza a incendiarse, salen a tiempo. No hubo lesionados. Pero el fuego siguió su curso.
A su vez, la mujer -embarazada- se encontraba en un estado de fuerte angustia por la dramática situación vivida. Una joven del barrio se le acercó para ofrecerle agua. “Algunos de nosotros le dimos matafuegos cuando el hombre salió del auto que se incendiaba, gritando por ayuda. No pudimos hacer más nada por ayudar”, declaró un vecino. La situación vivida pudo haber terminado en algo peor, más allá de la pérdida material del automóvil.