Juan Carlos Scalzo
[email protected]
El departamento del oeste provincial atraviesa una emergencia hídrica sin precedentes y a diferencia de la del año anterior, cuando sólo las zonas rurales se vieron inundadas, esta vez el agua se metió con fuerza en los cascos urbanos. Se reclaman obras urgentes para mitigar los efectos de los nuevos fenómenos que soporta la región a partir el cambio climático que la impacta.
Juan Carlos Scalzo
[email protected]
Para que el desastre ocurra hubo concurrencia de varios factores, los principales los aportó la naturaleza, pero también están los ocasionados por la desidia de quienes debían tomar decisiones para evitar o, al menos, para amortiguar los efectos de estos nuevos meteoros que llegaron para quedarse.
Fueron entre 400 y 500 los milímetros de lluvia que, en promedio, recibió la región en los últimos días y encontraron un terreno totalmente impermeable debido a la falta de absorción del suelo como consecuencia de la altura de la capa freática cuyo nivel está a pocos centímetros de la superficie.
A ello se le sumó la falta de un drenaje adecuado como consecuencia de la falta de obras de saneamiento hídrico y entonces esa formidable masa de líquido que no pudo escurrir hacia los canales se expandió hacia los pueblos y, en muchos casos, los anegó totalmente.
El panorama es desolador y sombrío y las imágenes de casas con agua adentro, evacuados, autoevaluados y grandes sectores sin suministro eléctrico, se repiten. En los campos las pérdidas son, por lo general, totales y millonarias para la actividad agropecuaria que todavía no levantaba cabeza por similar fenómeno del año anterior.
“En la recorrida que hemos hecho por casi todo el departamento, la verdad es que no encontramos suelo firme, no teníamos precedente de esto y tanto el sur como el norte, en menor o mayor medida, están totalmente tapados de agua. Lo que se observa es que se han roto todo tipo de defensa como en el caso de Ramona, de Saguier, de Tacural, de Ataliva en las que se habían levantado defensas especiales, pero las superó totalmente”, le dijo con tono apesadumbrado a Mirador Provincial/ El Litoral el Senador por Castellanos, Alcides Calvo.
Con igual pesadumbre el legislador acotó que todavía no se puede tener una magnitud de los daños y para ello “habrá que esperar que no sigan las lluvias para que se ordene un poco el territorio y se pueda mensurar, no solo los provocados a la producción sino también los que tienen muchísimas viviendas a las que les ha ingresado el agua y han perdido todo lo que tiene que ver con equipamiento, electrodomésticos, mobiliario, etc.”
- Se habla de un 80 ó 90 % de la zona rural inundada y en la misma proporción de caminos inutilizados.
- Hay praderas afectadas totalmente. El tema de la alfalfa y la soja son cultivos que se pueden perder totalmente, teniendo en cuenta también las temperaturas que se registraron y sufrieron. El girasol está complicado porque son cosechas que tal vez comiencen a levantarse en 15 o 20 días, como también el maíz, pero al tener agua dentro de los campos no sabemos qué resultado va a quedar. Y respecto de los caminos, lo más triste es que muchos de ellos habían recibido aportes del gobierno provincial para hacer ripios y arenados y han desaparecido totalmente.
- ¿Tienen algún monitoreo de lo que está pasando en el este de Córdoba que siempre aporta cantidades importante de agua al departamento por la inclinación natural del terreno?
- Precisamente en la recorrida que hicimos al estar cortada la ruta nacional N° 34 para cruzar al sur del departamento tuvimos que utilizar rutas de la provincia vecina y están en las mismas condiciones que nosotros acá. El drenaje del agua se está haciendo por la propia pendiente que la genera, pero tiene que quedar claro que el fenómeno de Ramona, de Saguier y de Ataliva por nombrar algunas no es provocado por el agua de Córdoba sino por las precipitaciones que tuvimos en nuestra región. En esto hay que ser claros y si bien no es momento de echar culpas, hay una cuestión pendiente como es la regulación del paso del agua del este cordobés hacia el este de Santa Fe.
Obras y estudios urgentes
“Sabemos que en estos últimos días la Provincia ha firmado muchos convenios para ejecutar obras de cloacas y de saneamiento hídrico como el canal que se había pedido para la localidad de Eustolia para conectarlo con el canal Romero-Corralito, en el sur del departamento. Se trabajó con los distintos comités de cuenca para ver de qué manera se podrían dinamizar los trabajos y está el compromiso del Gobierno provincial no solo de asistir con recursos sino también con la realización de un estudio concreto sobre el comportamiento integral del canal Vila-Cululú, algo que lamentablemente se demoró porque estaba previsto para mediados del año pasado, pero por distintos motivos no se llevó adelante”, pidió Calvo.
A partir de todas estas consideraciones, y a raíz de las reiteradas inundaciones que sufre el Departamento Castellanos como consecuencia del fenómeno climático de los últimos días, el senador provincial y el diputado provincial Roberto Mirabella dirigieron una nota al gobernador Miguel Lifschitz en la que reclaman “la urgente realización de obras hidráulicas solicitadas a lo largo de los últimos años, y que se encuentran pendientes de ejecución”.
En la nota se señala que “al no haber concretado las obras necesarias para prevenir y paliar la crisis hídrica, por falta de voluntad política de las anteriores gestiones del Gobierno Provincial, ha agravado la situación que vive la región y sus consecuencias, sin desconocer el estrés hídrico que existe en la zona como así también las intensas precipitaciones que recibió el departamento, pero que sin embargo se habrían podido atenuar con la ejecución, ampliación o mejora de las canalizaciones principales y secundarias”.
Además, en la nota presentada se solicita que “en caso de ser necesario, un estudio hídrico integral de la región para determinar si las actuales canalizaciones (principales y secundarias) son suficientes para el drenaje de las aguas pluviales del departamento, como así también de las que ingresan desde el este de la provincia de Córdoba, involucrando en ese análisis a presidentes comunales, intendentes, legisladores, comités de cuenca, universidades y entidades gremiales de la producción rural”.