Gastón Neffen
Las intensas lluvias aumentan la probabilidad de contagio de una enfermedad que puede ser grave si no es tratada adecuadamente.
Gastón Neffen
Las inundaciones aumentan el riesgo de enfermedades como la leptospirosis, que puede desarrollar cuadros muy graves cuando el paciente no toma los antibióticos que controlan la bacteria, que es “sensible” a la penicilina y la amoxicilina (dos fármacos de uso habitual). Por eso, como ante cada inundación, desde el Ministerio de Salud recordaron la necesidad de que tomen esta medicación las personas que viven o trabajan en los sectores anegados de la provincia.
“Queremos que esté muy atenta la gente que vive en el campo, en lugares que se inundaron por las lluvias, porque suelen ser los primeros casos de leptospiroris. Si por algún razón no recibieron la medicación, es importante que vayan a pedirla”, remarcó la Dra. Andrea Uboldi, titular de la Dirección de Promoción y Prevención de la Salud de Santa Fe.
La bacteria puede estar en la orina de algunos ratones, perros y también en el ganado, y sobrevive mucho tiempo en el agua estancada. Se suele contagiar a los humanos cuando el agua que ha sido contaminada por orina animal se pone en contacto con lesiones en la piel o las mucosas del cuerpo.
Cuando la enfermedad comienza, los síntomas pueden confundirse con una gripe o incluso con dengue. Uboldi contó que el paciente tiene fiebre —de inicio brusco—, fuerte dolor de cabeza y muscular y suelen tener molestias gastrointestinales.
“Lo que nos preocupa es que en los últimos años se instaló una forma hemorrágica pulmonar de esta enfermedad, que en muy poco tiempo lleva al paciente a necesitar asistencia respiratoria”, advirtió la especialista.
El agua estancada también aumenta la población de los mosquitos culex y aedes aegypti. El primero puede contagiar virus que producen síndromes febriles, que no suelen ser graves. El aedes puede transmitir dengue, zika y chicunguña, entre otras enfermedades. Por eso es fundamental utilizar repelente y limpiar bien los patios y viviendas —para eliminar los criaderos de mosquitos— cuando empiece a bajar el agua.