Darío Pignata
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El ex coordinador, que decidió no continuar en el cargo, afirma que deben apostar por Diego Mosset y Leo Aguilar. “Dejo organización, desarrollo y construcción de jugadores en estos cinco años”, afirmó sin rencores.
Darío Pignata
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Allá, por el 2003, fue José Cardonnet quien acercó el nombre de Alejandro Trionfini a su querido Club Atlético Unión. Cardonnet, hoy presidente del departamento de filiales de la institución, fue el referente histórico tatengue en la ciudad de Esperanza. Esa historia, que en los últimos tres años escribió el mejor de los capítulos como coordinador general de todo el fútbol amateur rojiblanco, llegó a su fin porque el mismo Trionfini decidió no renovar el vínculo que venció el 31 de diciembre, algo que le comunicó hace algunos días a los dirigentes de Unión.
Esta mañana, a través del programa “ADN gol” —de lunes a viernes de 7 a 9 por 96.7— , decidió romper el silencio luego de su paso al costado como coordinador general del semillero en López y Planes.
—Si tuvieras que resumir con una sola palabra el final del vínculo con Unión después de estos lindos años... ¿cuál sería?
—Desgaste... ésa es la palabra sin dudas.
—Ahora sí, explicame un poco
—Lo resumo como desgaste. Es que se trata de mucho tiempo de trabajo y de confrontación. Si el debe está demasiado grande sentís que es el momento. Yo tengo una forma de ser que me llevo a confrontar casi siempre para conseguir lo que quiero y en Unión me pasó más que en cualquier otro lado.
—¿Con qué sensaciones se toma la decisión?
—Primero, hablado y recontra-hablado con la familia. Yo ya no venía bien y hasta me di el respiro de irnos a un lugar neutro, de vacaciones, para darle una vuelta de rosca que no encontré para seguir. La sensación es rara, no fue algo fácil decidir. Pero en definitiva será el tiempo qué hará de juez en estas cosas.
—¿Cómo te desvinculás?
—Con un apretón de manos y nada más. Por más que la última reunión con Brasca no fue fácil y nos dijimos cosas. Pero el presidente sabe desde el primer día que confió en mí que con Trionfini no hay indemnización, yo no me quería quedar atornillado y mucho menos robarle un sueldo a Unión.
—¿Qué significa Unión para vos?
—Es mi club, el de mis hijos, el de mi familia. Yo quiero que de ahora en más al club le vaya bien. Sueño que esto que pasó sea un hermoso recuerdo y quede la puerta abierta para volver algún día.
—Más allá de Spahn, a veces los clubes dejan huérfano al fútbol amateur.
—Está claro que la Primera División y el profesionalismo son las caras visibles de un club como Unión, pero el corazón que te da vida son las divisiones inferiores. No hay que descuidar el corazón, porque si no, te meten en el cajón y te morís lindo de cara.
—¿Te sentiste solo a nivel dirigencial?
—No, te aseguro que no. Hay un trabajo maravilloso de Rodríguez, de Berli, ahora de Fabián Brasca. Al menos en Unión siempre hay tres o cuatro personas que están al lado de uno. No fue ése el problema.
—¿Cómo se puede explicar, entonces, esa palabra que usaste: “desgaste”?
—Te vas dando cuenta: te cuesta conseguir cosas, ya el “sí” de los dirigentes no es tan rápido ni efectivo como antes. Mirá, si hacés un balance y el debe está demasiado grande, sentís que es el momento para dar un paso al costado.
—¿Esa famosa reunión con Spahn y Brasca la noche del partido con River en Mar del Plata fue el principio del final?
—No, no fue ése el quiebre.
—¿Pero ellos te dicen ahí que querían generar cambios profundos en tu área?
—Ellos me comunican que estaba cerrado lo del nuevo coordinador y yo después me entero que podía venir alguien a mi área.
—Concretamente, estás hablando de Luciano Zavagno y de Martín Cicotello, algo que finalmente no se concretó en ninguno de los dos casos, por lo que pareció un desgaste innecesario sin estar concretado.
—Yo con Zavagno no soy amigo pero tengo una excelente relación, hablamos seguidos y en ese momento me contó su idea. Martín, a quien conozco, también me llamó. Son las reglas del juego, las acepto y con ellos dos está todo bien.
—Hablame del presidente Spahn...
—¿Qué puedo decir de Luis? Más allá de las diferencias, se la jugó con Trionfini cuando no era nadie. Porque en el caso de Diego Mossset, estaba en el club, jugó en inferiores, es de ahí. Yo llegué solito de Esperanza, con mi bolsito lleno de ilusiones.
—Hoy, Unión tiene un predio en Los Molinos para entrenar con muchas canchas, dos escenarios para competir (La Tatenguita y la auxiliar Súper Manuel Corral) y más de 60 chicos reclutados (entre pensión propia, casa y departamentos de alquiler). Se nota inversión desde afuera...
—Mirá, en estos tres años, desde lo deportivo, siempre estuvimos entre el puesto 10 y 14 de la Argentina con las inferiores de Unión en AFA. Pero en infraestructura e inversión estamos lejos de estar 10, 11, 12, 13 ó 14. Así de simple.
—¿Qué debería hacer Unión para potenciar lo que se hizo?
—Si yo fuera dirigente me la juego a morir con Diego Mosset y Leo Aguilar, no tengo dudas. Y llevarle el apunte con las cosas que pidan.
“Organización, desarrollo y construcción”
En una de sus supuestas cuentas de redes sociales, concretamente en Instagram, el jugador-ídolo tatengue Ema Brítez desde arriba del micro de Unión y camino a Mar del Plata expresó: “Dejamos ir al mejor coordinador de los últimos años”. Ayer, por ejemplo, en declaraciones a FM Sol 91.5, el ex jugador de Unión y Colón, Julio César “Huevo” Toresani afirmó que “hoy Unión tiene mejores inferiores que Colón”.
Al respecto, el mismo Trionfini como ex coordinador dijo que “son cosas que emocionan. La verdad, me explota el celular. No quería ver nada, leer nada, hasta que acepté hoy hacer esta nota con ustedes”.
—¿Qué es lo mejor que dejás en Unión como coordinador en estos años?
—Hoy el fútbol amateur está organizado. Tiene desarrollo. Y, además, pusimos énfasis en la construcción de los jugadores. Por ahí fueron los pilares: organización, desarrollo y construcción.
—No es menor el dato de tantos chicos de abajo en Primera.
—Tomate el tiempo y miralos. A los dos Pittón, a Ema, Fleita, Sandona, Andereggen... Algozino... están todos cortados por la misma tijera. Los formamos a todos para que entiendan el profesionalismo. Y demostraron que están a la altura, sólo necesitan partidos.
—¿Qué mal no lograste cambiar o corregir en estos años?
—La mentalidad en cuanto a política deportiva. Las divisiones inferiores no son prioridad en Unión de Santa Fe como no lo son en la mayoría de los clubes de fútbol en la Argentina.
Mi primer coordinador cuando llegué fue Javi Cancillieri y estaba Gerardo Barisone en el club, me acuerdo como si fuera hoy. Cuando se va Nico Frutos, me recomienda. A mí y a Diego Mosset, pienso ahora que en ese momento se quedaron con la opción más barata... como pasa siempre”. Alejandro Trionfini, Ex coordinador de Unión.
Rescindió Carando
El delantero Danilo Carando, que había llegado como refuerzo por pedido de Leo Madelón el año pasado y que había quedado al margen de la pretemporada en Mar del Plata por decisión de Pumpido, rescindió ayer el vínculo de común acuerdo con los dirigentes y se fue de Unión.