Ayer al atardecer los Obama se sacaron su última foto juntos en la Casa Blanca, con el obelisco de Washington al fondo, mientras los Trump realizaban una desacostumbrada ceremonia previa a la efectiva asunción del gobierno en el Lincoln Memorial. Las imágenes de ambas parejas contrastan tanto como sus respectivos modos de ser y sus concepciones de la vida, el mundo, la política y el poder. Son dos editoriales icónicos que no requieren de palabras para expresar la contraposición entre lo que se va y lo que llega.