El Litoral
Una mujer aseguró que un hombre trató de secuestrarla. Por el hecho, la policía detuvo a un militar, que fue liberado poco más tarde por la fiscal.
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Un confuso episodio ocurrió ayer, en horas del mediodía, en las calles del barrio Guadalupe de nuestra ciudad. Una mujer denunció que un sujeto trató de secuestrarla y la policía detuvo al sospechoso, que resultó ser un gendarme. La fiscal en turno, Carolina Parodi, encontró importantes irregularidades en el procedimiento y decidió otorgar la libertad al acusado, mientras continúa la investigación.
La presunta víctima, una joven de 29 años y madre de dos pequeñas, habría dicho que cerca de las 12 salió de su casa caminando para hacer mandados a un par de cuadras.
Siempre en base a su relato, cuando regresaba fue perseguida por un automovilista que manejaba un automóvil de color blanco, con vidrios polarizados. El conductor le decía obscenidades y finalmente la interceptó en donde se cruzan las calles Marcial Candioti y Pavón. Allí, el desconocido la habría tomado de un brazo para subirla al auto. Ella corrió entonces hasta una pollería ubicada en las inmediaciones para solicitar auxilio.
Minutos después, cuando la joven ya había regresado a su casa, una vecina vio pasar un vehículo similar al descripto por la víctima y tomó la patente.
Con ese dato, personal policial de la comisaría 8a y del Comando Radioeléctrico buscó y encontró una hora después al presunto responsable, que resultó ser un gendarme que comía con amigos.
Contradicciones
“El hecho es irregular. A la denuncia la hizo una mujer. Ella asegura que un hombre la trató de secuestrar, pero cuando la policía me llamó ya lo tenían aprehendido al sospechoso, un gendarme. De entrada no me cerraron algunas cosas. Por ejemplo, advertí que cuando llevan al acusado a la comisaría se encontraron de frente con la víctima. La policía capacitada sabe que eso no puede pasar. Así, invalidaron un posible reconocimiento como medida de prueba”, señaló esta mañana la fiscal.
“La policía llegó al sujeto -agregó- por el dominio del auto que tomó una vecina que no fue testigo presencial, en otras circunstancias. Además, dicen en el procedimiento que llegaron al sospechoso por datos filiatorios aportados por la víctima, pero esas características no figuran. Ni siquiera coincide la vestimenta que llevaba puesto el acusado con la que describe la víctima.
“Por el momento, tengo muchas dudas, porque no me coinciden las declaraciones de víctima y testigos con lo que consigna el acta policial, por lo que el documento es inválido. Yo no tengo elementos concretos para mantener a esta persona detenida. Por eso, dispuse su libertad, sin perjuicio de que la investigación continúe”, explicó Parodi.
“Yo no digo que el hecho no haya sucedido. Lo que sí digo de manera contundente es que no tengo elementos serios de atribución delictiva contra el acusado”, remarcó.
La fiscal tiene pensado seguir recabando información y citar a todos los uniformados que intervinieron en el acta de procedimiento, para determinar por qué existen tantas contradicciones.
“Recelo”
Por otra parte, el doctor Daniel Rocca, abogado del sospechoso, puntualizó que su cliente se va a presentar en la fiscalía mañana a primera hora para brindar su testimonio y colaborar con la investigación. “Nosotros no tenemos dudas de que en el trasfondo de todo este tema hay un problema interno entre las fuerzas nacionales y las provinciales, que se sienten perjudicadas. Acá hubo seguramente un recelo profesional de parte del personal policial”, afirmó.