De la Redacción de El Litoral
El ciclo de Teatro de Humor comenzará su nueva temporada con una función de la obra de la compañía de teatro independiente Máscara Demoño. Será este jueves 2, a las 21, en el espacio de Balcarce 1635. Entrada libre y gratuita.
De la Redacción de El Litoral
La nueva temporada del ciclo de Teatro de Humor, que se desarrollará en el espacio cultural del Mercado Progreso (Balcarce 1635), tendrá su primera fecha este jueves a partir de las 21. Con entrada libre y gratuita, se podrá disfrutar de una nueva función de la obra “El barbero sin utopías”, de la compañía de teatro independiente Máscara Demoño. El ciclo, consolidado en la escena teatral de los veranos santafesinos, proseguirá durante los jueves de febrero en el mismo espacio y horario, a través de la presentación de obras de la región dentro del género de la comedia.
Basándose en diferentes recursos cinematográficos, el grupo de teatro independiente conformado por Luna Méndez, Ignacio Bellini, Julián Caronni y Oriana Ferrero realiza la puesta de una producción que, con guiños y pistas propias del cine mudo, conforma un homenaje explícito al trabajo de Chaplin y Buster Keaton, pero también a “El gabinete del Dr. Caligari”, película que marcó el inicio del expresionismo alemán.
Se trata de una creación presentada en la 12º Bienal de Arte Joven de la UNL, que se convirtió en una de las propuestas ganadoras del campo artístico de Escénicas. En aquel momento, la directora de la puesta, Oriana Ferrero, rescató el camino desandado hasta el estreno: “Teníamos estas imágenes del cine mudo en la cabeza que, quizás, desconocíamos en profundidad. Después del estreno y de ver cómo funcionaba la obra con el público, empezamos a ver cierto parecido entre nuestro trabajo y la propuesta de los autores que representan ese género. No sé si hay una disposición artística hacia ese estilo, pero sí es un camino que se nos abrió”.
En relación a la trama de “El barbero sin utopías”, los hacedores anticipan que “aborda desde el humor, el teatro y el clown, la historia de un barbero y su cliente —dominado y dominador- en clave cíclica y absurda, lúdica y conflictiva”. Según Ferrero, “ésta es una obra que podría catalogarse dentro del género comedia y absurdo. Más allá de las imágenes y la estética utilizada, trata sobre dos payasos que trabajan en oposición con infinitas torpezas que dan lugar a lo que sucede”.