Télam
Cientos de miembros de la comunidad africanista en Mar del Plata, desafiaron al temporal de viento y lluvia para celebrar la fiesta en honor a la reina de los mares.
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Cientos de miembros de la comunidad africanista desafiaron hoy al peor temporal del verano en Mar del Plata y se acercaron a las playas del centro de la ciudad cuando caía la noche para participar bajo la lluvia en la fiesta en honor a Iemanjá, la reina de los mares y madre de los orixás, los "santos" del culto Yoruba.
En plena tormenta, los fieles cumplieron con las ofrendas de esta ceremonia que desde hace 33 años se realiza en esta ciudad bajo la iniciativa de Hugo Watenberg, director del Centro de Estudios Africanistas Reino de Iemanjá Bomí.
"Es muy emocionante ver la dimensión cultural, turística y social que ha tomado nuestra ceremonia a lo largo de los años, y a pesar del mal clima es un honor honrar a nuestra orixá", dijo Watenberg a Télam, minutos antes de que comenzara la procesión por la rambla hacia la playa.
"Esta fiesta en Mar del Plata es la segunda más grande del mundo después de la que se realiza en Brasil y para nosotros es un momento especial en el que agradecemos a Iemanjá lo que nos brinda a lo largo del año", explicó Watenberg.
Este año, la ceremonia tuvo que realizarse en una versión abreviada, para preservar la integridad de los fieles en medio del alerta meteorológico vigente.
Pero pese al mal clima, la procesión, con fieles llegados de Cuba, Brasil, Uruguay y Paraguay, avanzó con sus trajes coloridos y ritmos de tambores hacia la Playa Popular, escoltada por turistas y vecinos que se sumaron abrigados a la colorida ceremonia.
La comitiva se acercó hasta la orilla ventosa con las barcas con ofrendas para Iemanjá, y luego de la bendición de las aguas fueron los guardavidas del lugar los encargados de conducir los obsequios a Iemanjá dentro de un mar embravecido que salpicaba al resto de los presentes.
Entre los fieles de la comitiva estuvieron también el antropólogo Alejandro Frigerio -investigador del Conicet- y el cineasta Darío La Vega, director del documental Iemanjá Nuestra Madre, rodado en Buenos Aires y Mar del Plata.
El culto a Iemanjá llegó desde África en los barcos denominados "negreros" y se extendió sobre todo en América del Sur, por lo que en la ceremonia en Mar del Plata participaron fieles de todo el continente.
Iemanjá, muchas veces asimilada en el sincretismo religioso como Stella Maris, es la orixá del agua salada, protectora de los pescadores y de las familias en general, y ha sido honrada en canciones por Gal Costa, Caetano Veloso, Sergio Mendes y sobre todo, por el escritor Jorge Amado en muchas de sus novelas.