Juan Ignacio Novak
Martin Scorsese, Clint Eastwood y Ben Affleck (en la recién estrenada “Vivir de noche”) llevaron sus novelas a la pantalla grande. Describen historias sórdidas que, en general, transcurren en barrios marginales de Boston. Repasar sus historias equivale a ingresar a universos oscuros pero apasionantes.
Juan Ignacio Novak
El sólo hecho de que directores como Clint Eastwood y Martin Scorsese hayan elegido sus novelas para hacer películas sirve para argumentar que las producciones de Dennis Lehane, además de mucho éxito, tienen sustancia. Sobre todo por la hondura de los personajes, que por lo general deben asumir decisiones difíciles y resolver dilemas éticos intrincados, que se complican al desarrollarse en ámbitos donde prevalecen la violencia y la aflicción.
Su bestseller “Río místico” fue llevado al cine por Clint Eastwood en 2003, a través de una adaptación del guionista Brian Helgeland, con actuaciones de Sean Penn, Tim Robbins (ambos ganadores del Oscar, al Mejor Actor y Mejor Actor Secundario respectivamente) y Kevin Bacon. Se trata de una observación intensa sobre temas espinosos como la pedofilia y la justicia por mano propia. Lo hace a través de la historia de un grupo de amigos de un barrio pobre de Boston que viven una experiencia traumática y a quienes una tragedia (el asesinato de la hija de uno de ellos) reúne un cuarto de siglo después. “Enterramos nuestros pecados, lavamos nuestras conciencias”, dice Jimmy Markum (interpretado por Sean Penn).
Después, en 2007, Ben Affleck realizó una poderosa traslación a la pantalla de una obra de Lehane en “Desapareció una noche” (título con aire tanguero que no hace justicia a su original inglés “Gone Baby Gone”). Con actuaciones de Casey Affleck, Michelle Monaghan, Morgan Freeman, Ed Harris y Amy Ryan, narra la búsqueda de un niño de cuatro años que inician dos detectives de Boston (ciudad natal de Lehane y espacio en el cual están ambientados los mejores pasajes de su obra) y formula una reflexión acerca de cómo un ambiente corrupto obra sobre la formación de un individuo. “Siempre he creído que todo aquello que no elijes, es lo que te define”, dice Patrick Kenzie, el personaje que encarna Casey Affleck.
Isla y noche
Mayor densidad adquiere la mirada en “La isla siniestra” dirigida por Martin Scorsese en 2010, de Martin Scorsese, según el guión de Laeta Kalogridis elaborado sobre la novela “Shutter Island” de Lehane. Desconcertante y laberíntico, este thriller psicólogico explora los límites entre realidad y fantasía y analiza los complejos mecanismos de la memoria. El hospital psiquiátrico al que llegan los agentes Teddy Daniels (Leonardo DiCaprio) y Chuck Aule (Mark Ruffalo) para investigar un asesinato es una lograda metáfora de los recovecos de la mente humana. “Esté lugar hace que me pregunte... ¿Qué sería peor? Vivir como un monstruo o morir como un hombre bueno...” es la ambigua premisa final.
La última adaptación cinematográfica de la obra de Dennis Lehane pertenece enteramente a Ben Affleck, quien además de elaborar el guión y ocuparse de la dirección se reservó el rol principal. Se trata de “Vivir de noche”, que llegó a la cartelera argentina el pasado jueves 26 de enero, la historia de un ex combatiente de la Primera Guerra Mundial que durante la Ley Seca se une al crimen organizado para contrabandear alcohol. Hasta que en su camino se cruza una mujer. Pese a que no obtuvo buenas críticas, sí mantiene vivas las marcas autorales dispuestas por Lehane, desde el entorno sombrío (de nuevo Boston), la trama enrevesada, con cierto eco de Raymond Chandler y los personajes llenos de matices.
El Dato
Guionista
Dennis Lehane escribió el guión cinematográfico de “La entrega” (2014), a partir de un relato propio. La película, dirigida por Michael R. Roskam, narra las tribulaciones de un mozo que rescata a un perrito abandonado en un tacho de basura y debe confrontar con el dueño del can, un psicópata involucrado en un robo. Actúan Tom Hardy (actor en ascenso tras sus papeles en “El Caballero Oscuro: La leyenda renace”, “Mad Max: Furia en la carretera” y “El renacido”; Noomi Rapace (popular por sus intervenciones en las adaptaciones fílmicas de la saga literaria “Millennium”) y el malogrado James Gandolfini, para la posteridad Tony Soprano.