El Litoral
Las enfermeras disponen los sillones en las salas para que los papás tengan donde descansar mientras sus hijos permanecen internados.
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A Paula Medina, del grupo Mamás Sustitutas del Hospital de Niños, le costaba hablar de tanta emoción. No le alcanzaban las palabras para ser lo suficientemente agradecida, con cada uno de los santafesinos que colaboraron en la campaña del sillón y gracias a los cuales lograron el objetivo: comprar 100 reposeras.
"Hay mamás que llevan su propio sillón, pero no todas tienen y a veces pasan meses en el pasillo del hospital. Poca gente es consciente de las cosas que se ven ahí, de la miseria. Me emociona que nos ayuden”.
Paula Medina, Mamás Sustitutas del Hospital Alassia
Semanas atrás las colaboradoras del hospital se propusieron juntar dinero para adquirir las reposeras que entregan a quienes acompañan a los niños, mientras permanecen internados. A veces son períodos extensos -y extenuantes- y si bien algunos llevan un sillón, no son la mayoría.
“Estamos tan felices y agradecidas. Nuestro corazón está rebozando de alegría, no tenemos palabras que describan la emoción de estos últimos días, un tsunami de solidaridad, amor y buena voluntad. Podemos decir que, felizmente llegamos a nuestro objetivo a pulmón y rodeada de un grupo maravilloso de mujeres unidas. Todo es por y para ellos que se merecen esto y mucho más. Gracias a todos”, reza en el muro de Facebook de las Mamás Sustitutas.
Tarea fundamental
Tras juntar el dinero necesario, compraron los sillones a una empresa local que los fabrica. “Los hacen a pedido porque son reforzados. Antes comprábamos los comunes y se rompían en muy poco tiempo. Ayer ya se los estuvimos repartiendo a las enfermeras que se encargan de ponerlos en las salas. La idea es que cada cama, tenga su sillón”, precisó Paula Medina.
La colaboradora se mostró sorprendida ante tanta solidaridad. “En estos últimos días se acercó un montón de gente a dejar su aporte. Además teníamos alcancías puestas en algunos negocios de la ciudad. Una mamá se ocupó de hacer la recolección, las cuentas”, comentó Paula.
Y volvió a agradecer: “Para nosotros es impactante y emocionante. Pedir dinero no es fácil y la gente confía en nosotros. Eso significa que somos un grupo tratando de hacer algo bueno y se transmite. Gracias”.