El Litoral
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El problema fue denunciado por los frentistas esta semana, cuando les reconectaron los desagües particulares y observaron el desnivel.
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La imagen lo dice todo. Y los vecinos de calle Genesio al 300, en Guadalupe Este, no le encuentran explicación. Es que bajo esa calle se construyó durante los últimos meses un nuevo desagüe pluvial para esa zona de la ciudad y, al reponer la carpeta de hormigón, el nivel de la calle quedó más elevado que antes. En consecuencia, con la lluvia del jueves los frentistas comprobaron lo que suponían: el agua que se acumula en la vía pública ingresa a sus hogares por los desagües particulares, ¡que ahora funcionan al revés!
Ana María Rubio es una de las damnificadas. Ella contó que el año pasado “pararon la obra” y que los “dejaron abandonados”. Y agregó que en diciembre, “previo al Festival Folcklórico de Guadalupe, decidieron reparar una parte del asfalto pero no midieron nada ni tuvieron en cuenta los estudios. El jueves colocaron los desagües pluviales de nuestros hogares y quedaron por debajo del nivel que el asfalto y el cordón. Encima dejaron el viejo desagüe sin conectarlo con el nuevo, o sea que las consecuencias van a ser graves”.
Como si ello fuese poco, el gran barrial que generó la obra ensució toda su vereda y cuando la baldeó para quitar el barro recibió una multa por hacerlo fuera del horario permitido.
No de nuevo...
Los dolores de cabeza no son nuevos para estos frentistas. En reiteradas ocasiones reclamaron al municipio por los inconvenientes que esta obra les acarrea. Ya en octubre pasado habían denunciado que la obra de desagüe les provocó el desmoronamiento de sus canteros y veredas —norte—.
En aquella oportunidad, el agua de lluvia erosionó una de las paredes de la excavación y desmoronó un metro de la vereda. La empresa contratista conformada por la UTE Cocivial y Balsas Hnos, tuvo que reparar los daños.
Y el antecedente más cercano fue el 11 de noviembre pasado, cuando varios vecinos amanecieron con el agua adentro de sus viviendas debido a un intenso temporal, hecho que jamás les había ocurrido en la historia del barrio.
Por entonces, la empresa contratista había rellenado el pozo de 2 metros de profundidad que daba inicio a la construcción del desagüe Genesio, pero “no dejó libre el desagüe pluvial de la esquina y con la lluvia entró agua a nuestras casas”, contó la vecina María Antonia Mora.
Respuesta municipal
Hasta ahora, la obra del desagüe Genesio sólo les trajo dolores de cabeza a los vecinos, que además no pueden utilizar sus cocheras particulares.
El Litoral consultó al secretario de Recursos Hídricos de la Municipalidad de Santa Fe, Felipe Franco, quien dijo: “No tenemos referencia del problema, pero no debería ser así”, al tiempo que admitió que “la obra está neutralizada por un cambio de proyecto”.
“Queremos que la empresa retome los trabajos con los cambios de proyecto que contemplan menor incidencia en las veredas”, dijo Franco, en referencia a los inconvenientes que sufrieron los vecinos el año pasado.
“Cómo hay un cambio de proyecto, tenemos que elevar el mismo para que lo apruebe el Tribunal de Cuentas, en el marco del endeudamiento municipal aprobado por el Concejo —continuó su argumentación Franco—, y en ese contexto, una vez que se nos otorgue la autorización, se saldrá de la neutralización y se retomarán los trabajos para construir el conducto definitivo, no por la vereda norte sino por el este”, explicó el funcionario.
—¿Pero qué respuesta tienen los vecinos a los que los desagües les quedaron por debajo del nivel de la calle?
—Si los niveles del cordón están mal, van a tener que romper y volver a construirlos —dijo Franco, quien anticipó que van a inspeccionar el caso.
Mientras tanto los vecinos siguen esperando una solución y se quejan. “Acá viene gente que no sabe trabajar”, aseguró Ana María Rubio. “No hay nadie responsable que nos diga que se equivocaron y que lo van a hacer bien—dijo—. No está mal reconocer una equivocación. Por ello apelo a la sinceridad de las autoridades de gobierno”, finalizó.
Desagüe Genesio
La obra de Padre Genesio, entre Talcahuano y Defensa, consiste en un desagüe que pretende llegar hasta la laguna Setúbal. Allí se colocó un conducto de hormigón rectangular de 1,40 por 2 metros, paralelo al preexistente, cuyo objetivo es mejorar la capacidad de escurrimiento de este sector de Guadalupe. Los trabajos eran realizados por la UTE formada por Cocivial y Balsas Hnos., pero están paralizados.