Cuini Amelio Ortiz
El encuentro internacional de cine presentó “Viceroy’s House” y el filme chileno “Una mujer fantástica”. Argentina participó con “Cuatreros” en la sección Forum. El Litoral entrevistó a su directora, Albertina Carri.
Cuini Amelio Ortiz
(Desde Berlin)
Es una de las características de los grandes festivales de cine descubrir películas de tierras lejanas. En esta cuarta jornada uno de los trabajos más esperados venía de India. “Viceroy’s House”, firmado por la directora hindú Gurinder Chadha y con producción inglesa, cuenta un episodio histórico, narrado en forma tradicional y con referencias a los grandes melodramas del cine clásico.
Aborda el momento histórico en que finaliza el imperio colonial británico en India, en 1947, en un esquema político lleno de intrigas, cuando la separación de India y la creación de Pakistán no son otra cosa que la consecuencia de los manejos políticos británicos para no perder el control en la región. Es interesante ver una narración avalada con material de archivo pero desde una perspectiva diferente. Lamentablemente la historia de amor resulta forzada y quita credibilidad a algunos de los personajes; pero eso no le quita interés al filme.
Luego llegó el momento de la película chilena “Una mujer fantástica”, de Sebastián Lelio, quien ya había participado en la Berlinale con “Gloria”, llevándose un Oso de Plata (mejor actriz). El filme narra un drama trans-gender, una historia de amor, dolor y segregación. Es una buen análisis social, una historia que podría suceder en cualquier sitio con consecuencias similares.
Carri en Forum
“Cuatreros” no es una película fácil ni usual, ni se deja encuadrar en ningún género en particular, y en ello reside fundamentalmente su fuerza. Carri narra una vez más una historia que alude a la memoria y a la falta de memoria, que habla de cosas y muestra imágenes que nos exigen sacar conclusiones propias. Ya estrenada en Argentina el 2 de febrero, en dos cines de Buenos Aires, fue elegida en la sección Forum del Festival Internacional de Berlin.
Extremadamente lúcida, con respuestas rápidas e inteligentes, Albertina Carri habló con El Litoral sobre esta experiencia.
—¿Por qué creés que los responsable de la sección Forum eligieron “Cuatreros”?
—¡Yo creo que fue un equívoco! (risas) Forum es un espacio muy particular en el Festival de Cine de Berlín. Es verdad que la competencia, como todas las competencias de los grandes festivales de cine del mundo, da espacio al cine comercial, pero Berlín es muy particular en este aspecto. Es un festival político, que tiene gran rigor a la hora de seleccionar trabajos, especialmente en sus muestras paralelas, como lo es Forum. A mí me une una relación muy especial a este festival, en el que ya estuve presente con “La Rabia” en 2008.
—¿Cómo recibió “Cuatreros” el público argentino?
—Con una especie de... alegría. No sé cómo explicarte, salimos en dos salas que cuidan mucho el cine de autor, que son el Gaumont y el Malba, y el público se mostraba agradecido por una propuesta diferente, aunque resultara bastante incómoda. No creo en aquello que se repite como una letanía: ‘La industria cinematográfica produce lo que la gente quiere’, porque eso es hacerse trampas además de ser una afirmación mentirosa. A la gente se le ofrece desde hace mucho tiempo el producto de una industria complaciente, del poder y del dinero. Las alternativas son muy pocas.
—En ese sentido, un festival como la Berlinale ayuda a que una película como “Cuatreros” tenga más repercusión...
—Por supuesto. Un Festival como éste contextualiza de una manera muy diferente un filme como “Cuatreros”. Y a mí me gusta mostrarlo aquí. Europa jamás se hizo cargo de su papel colonialista, y hoy tiene una actitud paternalista con países como el mío. Por otro lado, Argentina también debería tomar conciencia de ser un país formado a partir de una masacre. Un país en donde, por ejemplo, a mí en la escuela me enseñaron el nombre de todos los ríos de Europa y casi ninguno de los de Latinoamérica.
—¿Tus planes?
—Estoy realizando una película porno. Es un porno en clave lésbica, con una sensualidad diferenteà creo que es mi primera historia de amor.