Enrique Cruz (h)
De Montero a Domínguez, la idea de juego y el discurso es diferente. Hay indicios que permiten suponer que Colón saldrá a jugar de igual a igual siempre, sin regalar terreno, ni pelota, ni protagonismo.
Enrique Cruz (h)
“Si con este plantel pudimos pelear siempre del medio hacia arriba y le agregamos refuerzos, suponemos que estamos en condiciones de mantener ese objetivo y mejorarlo”, dijo José Vignatti. El aporte de Pereyra —el único refuerzo hasta ahora— está por verse. Se puede empezar a analizar cuál es el plus que le puede dar el entrenador. Y ahí es donde aquella claridad inicial que tuvo Montero, pero que luego fue perdiendo con el desarrollo del torneo, se puede reconvertir. Por lo pronto, Domínguez no es Montero en cuanto a la idea futbolística. Y las diferencias se hacen visibles desde todo punto de vista.
* 1) Desde la dialéctica: Montero dijo, desde el momento que llegó a Santa Fe, que “miramos la tabla de promedios porque hay que salvar a Colón del descenso”. ¿Declaración realista?, sin dudas. Pero también marcó pautas claras respecto de cómo iba a jugar el equipo. Domínguez, por el contrario, se ha encargado de decir en varias oportunidades que “pretendo un equipo que sea protagonista”. Y ante Newell’s se vio a un Colón con deseos de jugar de esa manera.
* 2) Desde el juego: con Montero, Colón tuvo un esquema que priorizó lo defensivo. Por momentos, fue un equipo con más alma de contragolpeador que otra cosa. Al principio tuvo buenos resultados y hasta llegó a meterse en la conversación por los primeros puestos. Costaba bastante hacerle goles. De a poco, el equipo se fue desestabilizando defensivamente. Tuvo algunos partidos rescatables en el juego, pero generalmente dividió y hasta perdió en la tenencia de la pelota. Sin ser un equipo ultradefensivo, tuvo un tinte más conservador que arriesgado. En cambio, Domínguez demostró con un par de actitudes y en la formación del equipo, que la idea es diferente. Basta con ver el mediocampo, donde no existe un jugador de marca neto sino que los cuatro son de buen pie y aptos para el armado del juego y hasta para acompañar en el ataque. No se resigna a jugar con dos delanteros, incorporó a Pereyra (que es atacante) y quiere otro más. Y si vamos al partido del sábado, cuando se quedó con 10 prematuramente por la expulsión de Poblete, no hizo cambios enseguida para rearmar el mediocampo, y las modificaciones posteriores no fueron defensivas, salvo cuando en el final (restando menos de 15 minutos), puso a Oviedo por Torres, retrasando a Lagos para quedar con un 4-4-1 que, quizás, muchos entrenadores hubiesen optado por parar de inmediato cuando el equipo perdió a uno de sus jugadores más importantes.
Habrá que ver de qué manera se sigue y aquí entran a tallar, naturalmente, los resultados. Si Domínguez logra que éstos acompañen, la idea que empezó a mostrar el sábado puede ser la que tenga continuidad y hasta se logre perfeccionar con el paso de los partidos. Si el equipo no consigue resultados —que en definitiva son una consecuencia del juego—, quizás trate de solidificarse de otra manera.
Uno no cree ni piensa que si un entrenador le muestra a sus jugadores un plan A, cuando llegue el momento de optar por el plan B, éste sea diametralmente opuesto. Es decir, si el mensaje ha sido el de ser protagonista, manejando la pelota y tratando de ser lo más ofensivo posible, difícilmente cambie el discurso pidiéndole a sus jugadores que prioricen la marca y le regalen el protagonismo del terreno y la pelota al rival.
Resta saber si el mediocampo podrá bancarse el hecho de no tener un “5” defensivo (dependerá de ellos mismos, sacrificándose y solidarizándose con el compañero para darle marca al sector) y si en defensa, el equipo tendrá las respuestas necesarias, sobre todo por el lado de un Clemente Rodríguez al que no se le discuten condiciones, experiencia y sabiduría, pero que arrastra un tiempo prolongado con pocos partidos y eso se vio el sábado, ante la ligereza de un Amoroso que en el segundo tiempo lo complicó.
>>> Robos y destrozos en los palcos
Otra vez, un grupo de vándalos logró ingresar al estadio en horas de la noche de ayer y violentó algunos palcos corporativos para robar elementos como un televisor y algunos almohadones y cosas de menor valor que encontraron allí.
“Fue más lo que destrozaron que lo que se llevaron”, comentó a El Litoral un alto directivo rojinegro consultado este mediodía.
De acuerdo con las conversaciones que tuvieron los directivos de Colón con los encargados de la Seguridad, en los últimos días, se procederá a la colocación de más cámaras de video en el estadio. Esto ayudará a controlar más la situación en días de partido y a contar con elementos para la investigación cuando ocurren este tipo de actos vandálicos.
>>> A Buenos Aires
El presidente de Colón, José Vignatti, viajará mañana a Buenos Aires. En su agenda figura, como tema fundamental, terminar el acuerdo con Racing para recibir el dinero por la compra de Meli. Según lo que pudo averiguar El Litoral, todo pasa por la forma de pago del 50 por ciento que estaba en poder de Colón. No se descarta que siga adelante con algunas gestiones “que ya hemos iniciado” para la llegada de otros refuerzos al plantel profesional.
>>> Pensando en la revancha
La expulsión de Moiraghi dejó una vacante en la zaga para el desquite del sábado con Colón, en Santa Fe. Otra baja puede ser la de Formiliano, con una molestia muscular. Con este panorama, es probable que Escobar sea el primer marcador central, su posición natural. O Sebastián Domínguez, que el sábado reemplazó al uruguayo. El restante zaguero sería Nehuén Paz.
Formiliano salió en el amistoso con una molestia en el sóleo derecho. Si no es nada importante, es posible que tampoco se lo arriesgue.
Los problemas económicos son acuciantes en Newell’s. “No se pudo concentrar (para el amistoso frente a Colón) porque no queríamos comprometer a las chicas de Ricardone. Las llamé y les dije que estuvieran tranquilas, que nosotros íbamos a estar en casa y después íbamos a jugar. Sabíamos que si se lo pedíamos ellas iban a estar, pero no queríamos ponerlas en ese compromiso. Nosotros estamos con la gente, la apoyamos y esperemos que se pueda sacar adelante esto con el esfuerzo de todos, porque hay mucha voluntad de los dirigentes, nuestra y del cuerpo técnico”, dijo Maxi Rodríguez, uno de los baluartes del equipo de Osella.