La imagen del asesino del embajador ruso en Ankara, con la pistola en la mano y el cuerpo del diplomático Andrei Karlov en el suelo en un segundo plano, ganó ayer el World Press Photo, el premio más importante del fotoperiodismo internacional, por su “coraje y heroísmo” y porque “refleja el odio de nuestros tiempos”.
Se trata de la fotografía “Un asesinato en Turquía”, obra del fotoperiodista turco Burhan Ozbilici, que lleva 28 años trabajando para la agencia estadounidense Associated Press (AP) y que captó las imágenes de Mevlut Mert, el asesino del embajador ruso en Ankara, sin llamar su atención, evitando darle la espalda y con su cámara pegada al cuerpo.
El jurado del World Press Photo, que recibió más de 80.400 imágenes, reconoció en un comunicado que seleccionar la imagen de un atentado como fotografía del año fue “una decisión muy difícil”.
“Tenía dos posibilidades: quedarme y hacer mi trabajo de periodista o salir corriendo”, dijo Ozbilici, quien sintió “la responsabilidad de representar al periodismo”, por lo que decidió continuar disparando con su cámara a pesar de que el asesino llegó a apuntar con su arma hacia el público. Recordó que no intentó salir corriendo porque no sabía si había “otros tiradores en la sala colaborando” con el atacante.
Ozbilici, de 59 años, estaba en esa galería de arte de casualidad. Ese día ya había terminado su jornada laboral y se encontró con un colega al que quería ver. “Él tenía que ir a una exposición para hacer fotografías, si me hubiera dicho de encontrarnos en un café no habríamos ido”, recordó. Llegó unos quince minutos tarde al evento y cuando se enteró que el embajador ruso en Turquía hablaría a la audiencia, pensó en aprovechar la ocasión para fotografiarlo. En ese momento se acercó a la primera fila para hacerle dos instantáneas “sin prestarle atención al hombre que estaba detrás”.