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Un policía fue condenado hoy en Rosario a 14 años de prisión por haber asesinado por la espalda a un joven y fraguar el acta del procedimiento con el fin de hacer pasar el homicidio como resultado de un enfrentamiento, informaron fuentes judiciales.
Un tribunal integrado por los jueces María Isabel Mas Varela, Edgardo Fertitta y Julio Kesuani condenó hoy por "homicidio agravado por el uso de arma de fuego" al policía Mario Gabriel Urquiza (31), autor del crimen de Sergio Ezequiel Luján (19) cometido el 2 de diciembre de 2011 en Arroyo Seco.
El funcionario policial confesó durante el juicio que el acta del procedimiento fue falseada para mejorar su posición en el caso, lo cual le valió que el fiscal pidiera una pena menor. "Es inédito, no recuerdo ningún caso en que se haya confesado haber plantado el arma, generalmente se llega a esa conclusión por otras pruebas", dijo a Télam el abogado de la familia de la víctima, Oscar Pandiani.
El letrado agregó que la familia "aceptó el fallo" aunque hubiese preferido la condena de reclusión perpetua, tal como lo había solicitado el fiscal Carlos Covani al inicio del debate oral.
"El fiscal valoró como una buena actitud el hecho de reconocer que le plantaron el arma, para mí es al revés", sostuvo el abogado querellante.Durante la primera audiencia del juicio, el policía Urquiza le dijo a los jueces: "Voy a confesar hoy mi delito. Yo mentí en el acta por ser la primera vez que me sucedía esta situación, mal aconsejado".
Tras explicar que no tuvo "la intención de matar a este joven", el policía afirmó: "Tropecé y se me escapó el disparo". El hecho ocurrió cuando un patrullero de la policía de Arroyo Seco acudió a un llamado al 911 por un presunto intento de robo a un panadero en la intersección de Perón y Venezuela de esa ciudad santafesina.
Según el relato policial, dos agentes persiguieron a uno de los presuntos ladrones.Al ver que el otro escapaba, Urquiza subió al patrullero y dio la vuelta manzana, para iniciar luego una persecución a pie que terminó en cuando Luján recibió un disparo en la espalda y llegó muerto al hospital. Urquiza argumentó que escuchó una detonación y que el adolescente había girado mostrando algo "plateado", por lo que disparo. Ese relato es el que quedó registrado en el acta de procedimiento, que incluyó el secuestro en el lugar de una pistola calibre 22.
De acuerdo a la investigación, basada en declaraciones de testigos y otras pruebas, esa noche Urquiza atrapó a Luján y lo subió al patrullero sin esposarlo, para salir en busca del otro presunto ladrón. Al llegar a un domicilio, el policía bajó del auto y el chico escapó corriendo, por lo que de acuerdo a los testigos le disparó por la espalda y luego tropezó, y no a la inversa como declaró el funcionario policial condenado hoy.