El Litoral
El ministro de la Producción de Santa Fe dijo que la fábrica de llantas puede seguir produciendo y hay interesados en comprarla.
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Gabriel Rossini
El ministro de la Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, pidió que el grupo internacional dueño de la planta de Rosario “la venda y no la cierre porque estamos ante una empresa viable, tecnológicamente equipada y con mercado ya que trabajaba con seis grandes terminales automotrices del país” y criticó al gobierno nacional por la falta de compromiso para buscar una solución al problema y la política de apertura de las importaciones que permitieron el aumento del 94 por ciento en el ingreso de llantas a nuestro país.
“Nos contactamos con funcionarios de la Nación para pedirles que nos ayuden a conseguir una audiencia con el embajador de Alemania y no nos llevaron el apunte. Nos dijeron que era una cuestión entre privados. La conseguimos nosotros. En realidad el problema de fondo es la falta de compromiso del gobierno nacional para defender el trabajo y la producción nacional”, enfatizó el ministro de la Producción santafesina.
El próximo viernes en Rosario, la cúpula de la UOM y las autoridades del gobierno provincial realizarán una conferencia de prensa donde harán un último intento para evitar el cierre de la planta. “Vamos a pedir que se la vendan a los interesados que hay. No queremos que pase como en los 90 cuando en Rosario se fabricaban los motores para heladeras, la planta cerró y desde entonces los importamos desde Brasil. No podemos dejar que nos pase otra vez lo mismo, en este caso con las llantas”, aseveró.
“El grupo económico dueño de la planta de Rosario tiene además otras fábricas en Alemania, Francia, Turquia y China. En el marco de la crisis económica global de falta de demanda tomaron la decisión de ajustar y producto de la apertura economica argentina decidieron hacerlo en nuestro país. Van a reemplazar las llantas que se producen en nuestra provincia importando las que fabrican en las otras plantas”, explicó Contigiani.
Contigiani destacó que entre el gobierno de la provincia y la UOM se involucraron de todas las formas posibles en el conflicto y hasta aportaron fondos para intentar salvar la planta y para que los trabajadores tengan plata para poder vivir ante la falta de pago de los salarios. “Hasta analizamos la posiblidad de manejar a la empresa. Me criticaron porque propuse cerrar las importaciones por un año porque era la única manera de evitar que vacíen la empresa reemplazando la producción local por la importada. Busqué evitar esa coartada”, dijo.
“En el gobierno nacional no tienen la mínima vocación por defender la producción nacional. Tienen la idea de una economía asentada en los sectores más competitivos y en los servicios. ¿Como incluímos a todos los argentinos en un modelo agroexportador? La economia de servicios no va a generar trabajo para los argentinos de un día para el otro. Millones van a quedar afuera. Un economista ultraliberal atacó a la industria porque dijo que genera pocos empleos. Quieren llenar el país de call center -que en Santa Fe los subsidiamos- y a mi no me gusta ese modelo de país ni me parece viable”, enfatizó.