Juan Ignacio Novak
El escritor, director y productor con su gancho cautivador de “Sexto Sentido”, “El Protegido” y “Señales”, ahora con “Fragmentado”, un original thriller que profundiza en los misteriosos recovecos de la mente fracturada de un hombre pródigo.
Juan Ignacio Novak
Cuando llegó a los cines argentinos, en octubre de 1999, la película “Sexto sentido” poseía una notable reputación, sobre todo por el todavía vigente “boca a boca”, reemplazado más tarde por las redes sociales. El comentario casi excluyente estaba referido al imprevisible final, que nadie debía sospechar antes de entrar al cine, a riesgo de perderse lo mejor de la película. Y aunque es cierto que el inesperado giro del último minuto resulta impactante, el mayor mérito del filme no está allí, sino en los variados recursos que utiliza el director, M. Night Shyamalan, para fabricar el camino que conduce a ese desenlace. Un segundo visionado permite comprender el sólido engranaje: todas las piezas armonizan.
La película recaudó casi 700 millones de dólares y dotó de fama mundial al director de origen hindú. A quien, pese a todo, le costó mantenerse a la altura de las circunstancias: los espectadores iban (íbamos) a ver sus películas esperando la vuelta de tuerca, la revelación impactante. “Lo que pasa es que el cine de Shyamalan encierra tantas cosas que la sorpresa casi es lo de menos. Es como el árbol que no te deja ver el bosque. Sus películas se disfrutan muchísimo más cuando sabes el final. Lo fascinante de Shyamalan es descubrir cómo está construido el artificio para llegar ahí. Todas las claves que va ocultando para que ese final sorpresa no sea incoherente”, sostiene el director español Paco Plaza.
Tanto “El protegido” (2000) como “Señales” (2002) y “La aldea” (2004) resultan representativas acerca de la dificultad de Shyamalan para sostener ese sello identificatorio. En los tres casos la “sorpresa” final es menos efectiva que la atmósfera opresiva y las logradas escenas de suspenso. “La dama del agua” (2005), “El fin de los tiempos” (2008), “El último maestro del aire” y “Después de la Tierra” (2013) pusieron de manifiesto en cambio sus inconvenientes al momento de adentrarse en otros géneros, algo que parece haber revertido con “Los huéspedes” (2015) y ahora con “Fragmentado” (2016).
Luces y sombras
Aunque las cifras son incontrastables y ninguna de sus películas puede ser considerada un fracaso comercial, la filmografía de Shyamalan es despareja. Oscila entre lo sublime y lo grotesco, a veces en un mismo trabajo. En su obra conviven secuencias memorables como la que muestra cómo Cole (Haley Joel Osment) le revela a su mamá (Toni Colette) que puede ver “gente muerta”, o cuando Joaquin Phoenix asiste a un noticiero que revela fragmentos de una invasión extraterrestre, con aquellas otras en las cuales Elliot Moore (Mark Walbergh) trata de negociar con un ficus, ya que aparentemente son los vegetales los que desean acabar con el poderío humano en la Tierra, hasta que se da cuenta que es de plástico, con un personaje que halla la respuesta al enigma en un caja de cereales.
En su última producción, que lleva por título “Fragmentado”, Shyamalan parece haber retornado a sus mejores momentos sin más elementos que un grupo de actores dúctiles, un sótano y un guiño a “Psicosis” (1960). Descrita como la película más satisfactoria de Shyamalan desde “Sexto sentido”, se trata de un hombre (Kevin) cuya mente está escindida en 23 personalidades diferentes. “Una persona con personalidad múltiple puede cambiar la química de su cuerpo sólo con sus pensamientos”, dice la psiquiatra que interpreta Betty Buckley. Cuando una bajo una de esas “identidades”decide secuestrar a tres adolescentes, todas las demás entran en conflicto. Los entendidos aseguran que la interpretación de James McAvoy es uno de los atractivos centrales del filme y el primero en reconocerlo fue el propio Shyamalan. “Sólo él podía interpretar todas las personalidades de ‘Fragmentado’”, expresó.
El Dato
Frase célebre
“Veo gente muerta” (en el inglés original “I see dead people”). Estas palabras, pronunciadas por Haley Joel Osment en “Sexto sentido”, figuran en el puesto número 44 de la lista elaborada por el American Film Institute (AFI) de las mejores cien frases de la historia del cine.