Por Pablo Sanguinetti
Por Pablo Sanguinetti
DPA
El fantasma de la crisis parece haber quedado atrás, la economía vuelve a crecer, cae el desempleo. Pero España intenta ahora depurar responsabilidades y aprender lecciones del terremoto financiero que devasta al país desde 2008. Y la búsqueda devuelve a primera plana el nombre de una entidad: Bankia.
El Congreso aprobará previsiblemente mañana una comisión investigadora sobre la salida del banco a Bolsa en 2011 en una operación presuntamente fraudulenta: símbolo de los vicios de gestión y control que fraguaron la crisis y causa del multimillonario rescate bancario que España tuvo que pedir a sus socios europeos en 2012.
La iniciativa parlamentaria de varios partidos llega una semana después de que la Justicia imputara a las autoridades supervisoras que permitieron entonces esa operación, incluyendo al ex gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, y a tres directivos actuales del banco que renunciaron al verse investigados.
“La comisión debería ayudar a aclarar las responsabilidades políticas y a aprender de los errores para evitar que se repitan”, explicó a la agencia DPA Toni Roldán, portavoz de Economía del grupo parlamentario de Ciudadanos. El Partido Liberal es uno de los que impulsó la comisión.
También los socialistas del Psoe solicitaron una investigación sobre Bankia, pero que abarque también lo ocurrido ya desde el año 2000 “para analizar la génesis de la burbuja inmobiliaria” y entender “cómo y por qué se produjo y cuáles fueron las consecuencias”, definió su portavoz, Antonio Hernando.
La historia de Bankia es en parte la historia de la crisis. El banco, con sede en Madrid y Valencia, se creó en 2011 como fusión de varias “cajas de ahorro”: una estrategia para que esas entidades más pequeñas pudieran hacer frente a su alta exposición a la burbuja inmobiliaria inflada durante años hasta su estallido en 2008.
El banco salió a Bolsa en julio de 2011 en una operación por la que ya está siendo investigado su entonces presidente, Rodrigo Rato, acusado de engañar a los inversores. De forma paralela, el ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI) y ex ministro de Economía está siendo juzgado con otros 64 directivos del banco por usar tarjetas de crédito opacas a Hacienda por 15 millones de euros.
La Audiencia Nacional y la comisión parlamentaria intentarán ahora aclarar por qué los responsables del Banco de España y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) permitieron esa salida a Bolsa del banco pese a que era “una máquina de perder dinero” y su balance resultaba “inviable”, según admitió un inspector en un mail de 2011.
El resultado fue catastrófico: miles de pequeños inversores perdieron su dinero, Bankia fue nacionalizado, el gobierno español tuvo que solicitar para ello un rescate bancario europeo por 41.000 millones de euros y la entidad cerró 2012 con pérdidas por 19.200 millones de euros, una cifra récord en la historia empresarial de España.
¿Por qué pudo pasar algo así? Las causas son claras para Ciudadanos: “La politización del supervisor y de la cúpula de Bankia”, explica Roldán en alusión a Fernández Ordóñez, socialista, y a Rato, del conservador Partido Popular (PP).
Los organismos subordinaron así sus funciones a intereses políticos o partidarios. En el caso del Banco de España, por ejemplo, “los reguladores hicieron caso omiso de las recomendaciones de su equipo técnico”, sostiene Roldán.
Pascual Fernández, decano del Colegio de Economistas de Madrid, pide en cambio prudencia al analizar la salida a Bolsa de Bankia, “una operación muy complicada” que aún debe ser aclarada por la Justicia, pero critica la cultura subyacente que acumuló riesgos excesivos en las cajas de ahorro fusionadas luego en Bankia.
“Fue consecuencia de una época de dinero fácil, de locura financiera, de perder la referencia de la economía real”, explica a DPA. España lo pagó con creces: “Estamos recuperando ahora el nivel económico de 2008. Son ocho años de retroceso. Para encontrar un paralelo hay que remontarse a la Guerra Civil (1936-1939)”.
Los procesos abiertos a Rato, la comisión investigadora en el Congreso o la citación como imputados del ex gobernador del Banco de España y otros responsables de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (Cnmv) no son los únicos indicios de que la cuarta economía del euro intenta aclarar las causas de la crisis.