Danilo Chiapello
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Se trata de un jardín de barrio Sur, la escuela Alem y la escuela Nº 1109 “Hipólito Yrigoyen”; en este último caso detuvieron a un joven “in fraganti”.
Danilo Chiapello
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Dos escuelas y un jardín de infantes fueron víctimas de robo, en una seguidilla de hechos ocurridos en la madrugada del jueves.
* Uno de los establecimientos afectados fue la escuela Nº 1109 Hipólito Yrigoyen, ubicada en 12 de Octubre 9300 (corazón de barrio Yayeyú).
Debido a los reiterados hechos delictivos anteriores dicha escuela cuenta con un sistema de alarmas, el que ayer a la madrugada se activó cuando un intruso estaba haciendo de las suyas.
Asé, el primero en llegar fue un agente del Cuerpo Guardia de Infantería (fuerza que tiene un destacamento en la misma manzana). Al notar la presencia policial, el ladrón intentó darse a la fuga pero en el trayecto se le cayó un matafuego que terminó lesionándolo en un pie y provocando su captura.
Consultado al respecto, María de las Mercedes Benedetti, directora de la institución, indicó a El Litoral que “la alarma primero se comunica conmigo y en simultáneo con el destacamento policial que tenemos en la misma manzana. Por cuestiones de cercanía, ellos fueron los que llegaron más rápidamente.
Apenas entraron vieron que el ladrón había preparado para llevarse una cortadora de fiambres; una balanza; los matafuegos que tenemos en la cocina y el comedor y un teléfono.
También algo que nos llamó la atención: había desenchufado una heladera comercial que tenemos de dimensiones muy importantes (“imaginen que acá comen 1.200 chicos por día”, explicó).
Rompió un candado y un policarbonato de una puerta interna que comunica al comedor escolar. Desde allí, fue abriendo ventanas y pasando hacia otras dependencias. No obstante, creo que este sujeto no actuó solo, sino que fueron varios”, opinó.
Sorprendido por el policía, el ladrón intentó escapar. Al querer saltar un tapial se le cayó un matafuegos que le lastimó un pie y eso permitió que el agente lo atrapara.
El joven fue trasladado al hospital José María Cullen donde se constató que tenía una fisura y luego se le dio conocimiento al Juzgado de Menores. Fue identificado por “robo en grado de tentativa” y fue devuelto a la familia.
Por último, Benedetti sostuvo que “el tema de la inseguridad nos preocupa. El verano pasado fue terrible por los hechos que sufrimos. Este verano veníamos un poco mejor, pero lamentablemente nos pasa seguido. Cada vez ponemos más rejas, más alarmas... parece más una cárcel que una escuela. Duele, pero es así”, culminó.
En la escuela Alem
Un caso similar ocurrió en la escuela Leandro N. Alem, ubicada en Santiago de Chile y Pje. Liniers, cuando personal de limpieza se encontró con la puerta de ingreso con signos de violencia y del interior del establecimiento faltaban tres cámaras digitales.
Voceros de la institución dijeron que “la portera fue la primera en llegar y se encontró con destrozos en la preceptoría y una ventana que siempre está cerrada, estaba abierta.
En ese cuarto, estaba todo tirado por el suelo. Además, faltaban tres cámaras digitales (dos Nikkon y una Kodak); y un microscopio, entre otras cosas.
No obstante, hace un rato la policía se comunicó con la vicedirectora y la notificó que habían recuperado una de las cámaras y el microscopio.
Finalmente, los voceros explicaron que “ésta no es la primera vez que nos entran. A fines del año pasado, rompieron los vidrios del portón y hace un tiempo se llevaron computadoras desde la secretaría”.
En un jardín
Por último, en el jardín El Duende Mágico, ubicado en calle Francia al 1900, la primera empleada que llegó al lugar constató que la puerta de ingreso estaba violentada y faltaba un equipo de música.
Del hecho tomó cuenta personal de la seccional 2ª que inició las investigaciones del caso.