Juliano Salierno
Están acusados por asociación ilícita, extorsión y amenazas reiteradas. La Justicia ya dictó la prisión preventiva para un comisario de alto rango de la UR XI.
Juliano Salierno
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Cuatro policías de la División Operaciones -Investigaciones- de la Unidad Regional XI quedaron con prisión preventiva este martes, acusados de formar parte de una asociación ilícita, comandada por el comisario Jorge Antonio Bordiga, quien hasta hace poco era jefe de la Primera Zona de Inspección.
El juez penal Sergio Carraro dejó tras las rejas a Franco Oscar Cornejo, Guillermo Fabián Bocaturo, Miguel Acuña y Juan Moreira, a instancias de las fiscales María Laura Urquiza y Mariela Jiménez, del Ministerio Público de la Acusación, quienes había solicitado que continúen presos.
“El juez resolvió dictar la prisión preventiva de las cuatro personas imputadas”, destacó la fiscal de Esperanza, María Laura Urquiza, al término de la audiencia. En cuanto a las imputaciones formuladas, Carraro “dio por acreditado los delitos que se les había astribuido -asociación ilícita, extorsiones reiteradas y amenazas coactivas-; no así la violación de documentos y medios de prueba, que según el juez no fue suficientemente acreditado”.
Por su parte, los abogados Oscar Ferreiro -por Cornejo, Bocaturo y Acuña-; Raúl Sartori y Juan Aguilar -por Moreira-, se opusieron a la prisión preventiva y solicitaron la libertad, así como alternativas a la medida cautelar extrema.
Reconocimientos
Puntualmente los defensores de Moreira -Sartori y Aguilar-, cuestionaron el reconocimiento realizado este lunes en rueda de personas, en el cual una víctima de extorsión “tuvo dudas en señalar a nuestro defendido”. En ese caso, los cuatro imputados fueron acusados de haber asistido el 29 de diciembre pasado a la casa de los padres de un delincuente, a pedirle una coima de 40.000 pesos para no detenerlo.
Los tres restantes pidieron declarar ante el juez Carraro, ante quien reconocieron haber estado en el lugar entrevistando a los padres del joven buscado, pero negaron haberlos extorsionados. Es más, apuntaron contra el jefe Bordiga, porque la mujer “les pidió hablar con él, y por eso fueron a buscarlo, pero durante la charla se quedaron en el auto esperando”, aseguraron.
En tal sentido, la defensa de Moreira ya confirmó que apelará la medida cautelar impuesta, dado que “es la primera vez que me dan por reconocida a una persona cuando el testigo tiene dudas”, máxime cuando “no hay otra prueba certera”, aseguró Sartori.
Habló el jefe
Sobre la declaración espontánea de los policías realizada durante la audiencia, la fiscal dijo que “ellos declararon en su favor” aunque “no negaron haber estado en los lugares que nosotros señalamos pero que lo hicieron con otros fines”.
Previo al tratamiento de la cautelar, el abogado del principal investigado, presentó un escrito solicitando que el comisario Bordiga fuera escuchado. El funcionario policial que está preso desde el viernes 24 de febrero “declaró contra los hechos que se le atribuyeron” -cohecho, peculado, violación de pruebas y documentos y asociación ilícita-, y según la fiscalía “el fin era decir que no estaba vinculado con los otros policías”
Más allá de la línea de mando y de las jerarquías, para la fiscalía para el delito de asociación ilícita no necesariamente debía existir una relación de subordinación. “Hay horas y horas de escuchas y conversaciones de Whatsapp de Bordiga que con estos cuatro hombres en los que queda claro que la relación estaba dada entre ellos”.
Otros imputados
La investigación involucra a otros cinco policías. Uno de ellos, Gerardo Sánchez -jefe de sumario de la comisaría 1ra.-, firmó la semana pasada un juicio abreviado con condena de tres años en suspenso e inhabilitación absoluta para ejercer cargo y recuperó la libertad. También recuperaron la libertad otros tres, uno de ellos por decisión judicial y los otros porque la fiscalía aceptó las alternativas propuestas por su defensa.
En cuanto al décimo policía, que todavía no fue imputado y tampoco quedó detenido, la situación es un tanto diferente que la del resto. El numerario está sospechado de haber participado en la falsificación de un acta, una noche en la que se produjo una gresca en un conocido boliche bailable de la ciudad. Gracias a la intervención de la fiscalía, se descubrió que en esa jornada el policía realizaba una doble tarea, como adicional en el local bailable, y como personal de guardia en la Comisaría 1ra. En dicha oportunidad el uniformado resultó con lesiones -producto de una pelea- pero el jefe hizo constar que se había caído de una escalera dado que no podía justificar la presencia en el boliche. Además, el hombre que había sido esposado y trasladado a la comisaría por resistencia a la autoridad, lo terminaron liberando y le labraron un acta por ebriedad, porque “a los gritos dijo que lo suelten, que él había arreglado con Bordiga”.