De la Redacción de El Litoral
La obra de José Ignacio Serralunga es interpretada por María José Serniotti y Norma Hischier, bajo la dirección de Silvia Paredes. La puesta seguirá en escena los sábados de marzo y abril.
De la Redacción de El Litoral
“Vaya, Ramona... vaya”, de José Ignacio Serralunga, es la obra elegida para iniciar la temporada teatral en la Casa del Maestro (Bulevar Gálvez 950). Se estrenará el sábado 18 a las 21.30 y continuará en cartel los sábados de marzo y abril, en el mismo horario.
Con dirección de Silvia Paredes y actuaciones de María José Serniotti y Norma Hischier, la obra presenta la relación de la señora Mónica, dueña de casa y Ramona, su empleada doméstica. “Mujeres de clases sociales distintas, con pesares y ambiciones diferentes, conviven día a día. Una, en la necesidad de ser servida y así descansar. La otra, en servir y así trabajar”, comentaron los responsables de la puesta.
“Ramona representa esa mujer noble, humilde, nacida en la pobreza. Con dolores profundos y lamentos no escuchados, dispuesta siempre a dar más allá de sus fuerzas. Mónica, de buen pasar económico, ‘casada bien’, concentrada en su círculo pequeño, de trato displicente y burlón, incapaz de sentir mas allá de sus propias conveniencias. Pero, como en la vida misma, el guión puede cambiar y de repente mostrar que ‘no todo está escrito’”, añadieron.
“Vaya Ramona vaya” —siempre según el grupo- “abraza el drama y la comedia, la subordinación y el poder, la pobreza y la riqueza, invitando al concluir la misma a reflexionar quién de las dos representa qué. Los personajes de esta obra comparten un mundo que cambia, podrán disfrutar del humor, entrelazado muy bien por el autor con momentos emotivos, para llegar a un final inesperado”.
La escenografía, diseño de vestuario y utilería estuvieron a cargo del grupo. La fotografía fue realizada por Giuliana Mancinelli y el diseño gráfico, por María José Serniotti. La operación de luces pertenece a Gabriel Palomeque.
Sonrisas y lágrimas
Serralunga explicó: “‘Vaya, Ramona... vaya’ fue la primera de mis obras en estrenarse en Buenos Aires, lo que la coloca en un sitial preferencial. Pero mucho más que eso, ocupa un lugarcito muy especial en mi vida por las devoluciones del público. Al contar un universo reconocible, la relación femenina del poder y la sumisión, la admiración y el desprecio tocan fibras muy sensibles de la gente. El tratamiento de ese vínculo, con un sesgo de grotesco argentino, pone en llamativa cercanía la risa de la angustia, ya que el humor aparece como válvula de escape a la tragedia. Muchísimas puestas en escena han honrado esta obra, unas subrayando lo cómico, otras lo trágico, pero en todas se puede sentir el latir de los corazones de la señora Mónica y de su inefable Ramona. Ahora, cerquita de mi casa y de mi corazón, en los cuerpos y las almas de María José Serniotti y Norma Hischier, con la batuta de Silvia Paredes”.