El Litoral
Los frigoríficos locales sostienen que si bien la mala imagen "se irá diluyendo, puede posicionar mejor a la competencia" y que "la Argentina tiene muy buenos controles sanitarios".
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DyN
Los frigoríficos locales sostuvieron este martes que los problemas "sanitarios" registrados en Brasil, con la investigación de exportaciones de carne adulterada o en mal estado, "no tendría implicancia" en otros países de la región.
Así lo consideró Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carne ABC, respecto al alcance que tendrá el operativo realizado por la Policía Federal brasileña en una veintena de frigoríficos de su país, donde halló evidencia de adulteración de productos cárnicos que tenían por destino su exportación y el consumo interno.
"Esta situación nunca traen beneficios particulares y perjudican a la región", aseguró tras ser consultado por la agencia DyN respecto las consideraciones que tienen este tema.
Respecto a este caso, el consignatario de hacienda Ignacio Gómez Álzaga expresó que "la pérdida de confianza en el mercado (cárnico) internacional es mala para todos" y estimó que si bien el escándalo en Brasil "se irá diluyendo, puede posicionar mejor a la competencia" que deberán enfrentar los exportadores brasileños.
Gómez Álzaga aseguró que "en el corto plazo puede haber una mejora (para posicionar la carne local) pero Argentina no tiene posibilidades de exportar mucho más porque no hay producción" que permita atender un incremento significativo de la demanda externa.
Además, a esto, el consignatario de la firma Álzaga Unzué refirió que "la carne está más cara en el ámbito local que en Paraguay, Brasil y Uruguay por el costo argentino", aunque reconoció que "la Argentina tiene muy buenos controles sanitarios" en las áreas de producción cárnica, también en pollo y cerdo.
Refirió también que el mercado doméstico requiere unos 58 kilos per cápita mientras que la exportación demanda hasta 250 mil toneladas anuales, motivo por el cual, con el nivel de producción que tiene hoy Argentina "no se podría abastecer lo que abandona Brasil".
Por su parte, Ravettino consideró que "lo acontecido no tiene ninguna implicancia en el resto de los países del Mercosur, dado que se trata de un problema sanitario circunscripto a Brasil".
"Estas situaciones nunca traen beneficios particulares y perjudican a la región", expresó.
En Brasil, los operativos realizados por la policía en frigoríficos recibió el nombre de "Carne Débil", donde también se investigó a multinacionales como BRF y JBS, dueñas de marcas que también están presentes en el mercado argentino.
La policía brasileña constató el pago de sobornos para eludir controles sanitarios y también el uso de productos químicos para morigerar el mal estado de la carne a comercializar, hecho que llevó países como China, Chile, Corea o la Unión Europea a disponer el urgente cierre de sus mercados.