Danilo Chiapello
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Agentes de la PDI hallaron al sospechoso en una vivienda de Altos del Valle. A su vez, se trasladó también al dueño de la casa por tenencia indebida de arma de fuego.
Danilo Chiapello
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Tiene 25 años y en la zona de Alto Verde, la sola mención de su apodo causa temor. Nadie se mete con “el Peladito”. Todos saben que anda armado y tira.
La policía andaba tras sus pasos desde enero cuando quedó sindicado como el principal sospechoso de dar muerte a Gonzalo Damián Pérez (16), un excelente pibe de ese distrito costero.
* Y fue en las primeras del lunes cuando agentes de la Policía de Investigaciones de Santa Fe (PDI), con la colaboración de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), lo apresaron.
La captura se concretó tras un allanamiento en una vivienda de la zona de Callejón Roca, a la altura de Av. Aristóbulo del Valle al 10.000.
La operación de los pesquisas fue ejecutada con precisión y sorpresa. A punto tal que “el Peladito” se entregó sin ofrecer mayor resistencia.
Quien lo “aguantaba” era otro sujeto, 27 años, que también quedó detenido porque se le encontró una pistola calibre 9 mm con numeración adulterada.
Mientras ataba su caballo
La nochecita del sábado 21 de enero, Gonzalo se dirigió hasta un descampado ubicado frente a las calles Padre Aldo Bunting y Roberto Galarza (en la manzana 3 de Alto Verde), con la intención de atar a uno de sus caballos.
El chico estaba en eso cuando de repente apareció en escena una moto con dos sujetos a bordo, los que comenzaron a disparar con un arma de fuego.
Dos de los tiros impactaron de lleno en el cuerpo de Gonzalo (a la altura del pecho) que cayó al suelo. Mientras, los agresores escaparon a toda velocidad.
Lo que siguió fue todo desesperación y angustia. Algunos vecinos y familiares comenzaron a gritar pidiendo auxilio. Entre tanto el jovencito agonizaba.
En ese contexto, se produjo el arribo de los primeros patrulleros y, como es de rigor, los uniformados pidieron por una ambulancia. Pero los minutos fueron pasando y la demora de la unidad sanitaria no hizo más que sobresaltar a los allegados al herido.
Así las cosas, los propios policías cargaron al menor en un móvil y salieron raudos con dirección al Hospital de Niños Orlando Alassia donde finalmente se produjo su deceso.
Los tiros no eran para él
El único dato claro en este suceso dice que Gonzalo fue una víctima inocente. “Los disparos no eran para él”, coincidieron los pesquisas consultados.
En este sentido, precisaron que los tiros habrían tenido como destinataria a una persona que vive justo en dirección donde el joven ataba su caballo. Aunque aclararon que también el objetivo podría haber sido otra persona que se encontraba más lejos de la escena.
La marca en la frente
“Respecto a los agresores, se supo que un tal “Peladito” no sería ajeno a este episodio”, dijo El Litoral en su crónica del 22 de enero.
“Este sujeto sería de muy fácil identificación, por cuanto posee un importante tatuaje nada menos que en su frente.
Los lugareños entrevistados revelaron que este individuo habría salido hace poco de un establecimiento carcelario, y que desde entonces volvió a hacer “de las suyas” en distintos puntos de Alto Verde”.
Por último, se supo que los investigadores procuran ahora dar con el otro sujeto que acompañó al “Peladito” en aquel trágico episodio.