Juan Carlos Scalzo
La pieza de pan ázimo consagrada se encontraba en el Santísimo del altar levantado en la pequeña capilla de una institución dedicada a la recuperación de jóvenes con adicciones. Más tarde, fue retirada por el obispo Luis Fernández y luego la Iglesia emitió un comunicado oficial en el que pide aguardar que se evalúe lo ocurrido.
Juan Carlos Scalzo
Mientras los chicos del hogar de la Fundación Vistiéndonos de Sol, ubicado en el barrio Güemes, al oeste de la ciudad, cumplían con la rutina de cantar y orar frente al Santísimo, en el comienzo de la jornada del pasado martes, les llamó la atención que el cristal del mismo se mostraba empañado en su parte exterior y al acercarse observaron, impávidos, que por la hostia colocada en su interior se desplazaba un líquido de color rojo espeso y de parecido notable con la sangre.
Pasada la sorpresa y el shock que les produjo comunicaron el hecho al guía espiritual, el Padre Alcides Suppo, quien rápidamente se hizo presente en el lugar junto con monseñor Fernández para preservarlo y evitar cualquier malentendido, aunque a las puertas de la Casita ya se había dado cita un multitud.
Como era de esperar a poco de producirse, el hecho tomó gran divulgación pública debido a que los jóvenes capturaron imágenes y filmaciones con sus celulares y lo volcaron a las redes sociales, por lo que de un momento para otro comenzaron a llegar gran cantidad de fieles -ávidos de ver lo que considerar una manifestación divina en pleno momento pascual-, como también de curiosos.
Más tarde, se conoció que, con los recaudos del caso, ambos prelados retiraron la hostia, que será enviada al Vaticano para que el ente especializado determine si se trató de una manifestación milagrosa u obedece a alguna causa que puede explicarse desde lo científico.
Piden “mesura y prudencia”
Lo que sigue es el comunicado, que a través del Obispado de Rafaela, ha emitido la Iglesia Cátólica por el que se exhorta a aguardar que se expida al respecto “con el objetivo de brindar luz y dar certeza de lo sucedido”.
“Habiendo tomado conocimiento de que una hostia consagrada, mientras adorada sobre el altar presentó signos de una sustancia que aparentemente es sangre, el Obispo de nuestra Diócesis Monseñor Luis Fernández, acompañado por el Pbro Alcides Suppo, se hizo presente en el lugar para contemplar lo sucedido y hablar con las personas que allí se encontraban.
“La iglesia en estos casos y en otros similares, pide que, con prudencia y mesura se juzgue el acontecimiento y con el objetivo de brindar luz y dar certeza de lo sucedido.
“A lo largo de la historia la iglesia ha recibido el testimonio de la presencia real y substancial de Jesucristo en la eucaristía, bajo esta forma tan singular de manifestación. Los casos no han sido nada comunes ni sencillos de discernir.
“Por tal motivo y siguiendo el procedimiento recomendado por la iglesia, Cuerpo de Cristo, nuestro Obispo ha Retirado de la exposición pública la hostia en cuestión, reservándola convenientemente. De este modo se inicia el camino de discernimiento necesario, para que a su debido tiempo se llegue a conclusiones ciertas.
“Cualquiera sea el resultado de tal investigación, debemos utilizar este tiempo para renovar nuestra fe y devoción en el milagro más grande: la presencia real de Jesucristo en cada celebración de la misa.
“Conforme se vaya haciendo la investigación correspondiente, se darán a conocer las conclusiones. Mientras tanto se recomienda la prudencia y el respeto del caso, del lugar y las personas que fueron testigos de tal acontecimiento, especialmente teniendo en cuenta que se trata de un lugar que requiere el silencio y la sobriedad como parte importante del proceso de quienes allí habitan y trabajan.
“Invitamos -dice finalmente- a poner la mirada creyente en el Misterio Pascual que celebramos en estos días, centro de nuestra fe y que acompañan de manera cotidiana el caminar de nuestro pueblo”.
El hecho tomó gran divulgación pública debido a que los jóvenes capturaron imágenes y filmaciones con sus celulares y las volcaron a las redes sociales, por lo que de un momento para otro comenzaron a llegar gran cantidad de fieles, como también de curiosos.
La hostia será enviada al Vaticano para que el ente especializado determine si se trató de una manifestación milagrosa u obedece a alguna causa que puede explicarse desde lo científico.