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El DT mete cuatro cambios respecto a Defensa: debuta Lucas Pruzzo por Bruno Pittón además de Villar por Algozino, Rivero por Acevedo y Cejas por Godoy. Nace el 4-2-3-1.
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Después de jugar el partido más flojito de su corto ciclo al frente de Unión, Juan Pablo Pumpido decidió meter mano en todo lo que puede modificar un entrenador: los nombres y el esquema táctico. Una variante obligada (el debut de Pruzzo por Bruno Pittón) y tres variantes por decisión del DT serán las que presentará mañana a las 18.20 Unión en la cancha de Vélez contra el juvenil equipo de Omar De Felippe.
Así, del 4-4-2 con el cual venía jugando, Unión se parará en la hierba del José Amalfitani con un 4-2-3-1: defensa zonal, dos volantes “tapones”, tres mediocampistas “mixtos” y un solo delantero de punta.
El costado izquierdo del equipo es un verdadero “tendal”: lesionado Nahuel Zárate, lesionado Bruno Pittón, desafectado el paraguayo Godoy (pasó de titular a ni siquiera jugar) y desgarrado Bracamonte. Ese conjunto de accidentes posibilita el debut profesional de Lucas Pruzzo como lateral izquierdo en el once tatengue.
La frescura del cambio en el fondo contrasta con lo que ocurre en la zona de medios, donde la vuelta del experimentado Diego “Pipa” Villar y el debut como titular del refuerzo “Pitu” Cejas (entró un ratito contra Colón en el clásico hasta ahora) intentarán darle tranquilidad y oficio para intentar generar opciones para Franco Soldano, único delantero de área.
Después del duro golpe en el clásico ante Colón (0-2 de local), al equipo de Juan Pablo Pumpido le costó mucho cada partido, salvo la noche de Talleres cuando lo pasó por arriba al equipo de Kudelka. Banfield y Defensa le ganaron; con San Juan fue empate. Es por eso que en la estación Liniers, Unión quiere detener el bajón de una vez por todas.
Vélez, el rival de turno, viene de hundirlo a Olimpo en la Bahía: le ganó una verdadera final 1-0 en el Carminatti el fin de semana pasado. Cansado de la siesta de los jugadores “grandes”, De Felippe empezó a poner los pibes de las inferiores: ocho chicos entre los once.
Incluso, a pesar de tener a Canteros y Desábato para volver a jugar después de las sanciones, decide mantener el doble cinco de la casa con Mancuso y Cáseres, además de la aparición de Tripicchio con apenas 21 años.
Será un partido de doble alto voltaje en el Amalfitani, porque a ninguno de los dos le sobra oxígeno en tiempo presente. El desafío del local es jugar bien y ganar ante su gente; el del visitante tatengue es intentar volver a aquélla expresión de juego del final del 2016 que continuó contra River en el Monumental y sólo recuperó la memoria frente al Talleres de Kudelka en el 15 de Abril.
A Erramuspe le faltan partidos, sin dudas. Le faltan al zaguero, que en el último año nunca jugó en Primera sino en la reserva de Lanús. Y también en cuanto al conocimiento junto a Leo Sánchez. Es lógico que si lo que le faltan son partidos...juegue (mucho más con Sandona entre algodones). Es la receta que aplica el comando técnico de Pumpido en un lugar clave del equipo.
En cuanto a lo otro, ya está explicado el temblor en el lado izquierdo de la defensa, que “obliga” al debut de Pruzzo. La clave, claro está, se dará de mitad para arriba: Lucas Gamba corriendo desde atrás por la banda, Villar intentando manejar la pelota en la salida clara del equipo y el “Pitu” Cejas rindiendo en Liniers el más complicado de todos los exámenes desde que llegó como refuerzo en este 2017.
El joven técnico tatengue hizo lo que pueden hacer los entrenadores cuando no están conformes: cambió nombres y cambió esquema de cara al juego con Vélez. Trató de “reinventarse” luego del 0-2 contra Defensa y Justicia en Santa Fe. Mañana se sabrá, en la noche del sábado de Liniers, cómo le fue al “nuevo Unión”.
Patronato
El partido del sábado que viene para el once de Juan Pablo Pumpido, en condición de local, será en el estadio 15 de Abril frente a Patronato de la Juventud Católica de Paraná. Si bien no está confirmado por la AFA, el horario en Santa Fe sería el mismo que el de mañana, es decir a las 18.20.