Juego para jóvenes en conflicto con la ley: de la vida cotidiana a la realidad aumentada

Nancy Balza

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En el comienzo es el árbol, sinónimo de vida y de futuro por encima y debajo de la tierra, donde las ramas y raíces pueden prosperar sin límites mientras no encuentren obstáculos para su desarrollo. Como crecen, se entretejen y fortalecen la imaginación y la curiosidad, quienes juegan aprenden y experimentan sin más restricciones que el propio interés. La comparación no es ociosa: un árbol es el punto de partida de Telar, el juego educativo de realidad virtual ideado por el Movimiento Los sin Techo, Si Televisión y las tecnicaturas de Animación digital y de Videojuegos de la Facultad de Ciencias Hídricas de la UNL que ya se aplica en las salas de computación que la ONG tiene en barrios humildes de la ciudad, y que próximamente tendrá como destinatarios a jóvenes de entre 16 y 18 años en conflicto con la ley penal de esta ciudad y Rosario. Su objetivo es despertar en quienes participan “interés y atención”, dos palabras clave para Luciano Zoccola, coordinador del área de Educación del movimiento.

La aplicación de Telar (nombre que surge de fusionar “televisión” y augmented reality) en este nuevo contexto es posible a partir de un convenio que Los sin Techo firmó con los Ministerios de Justicia y Derechos Humanos y de Desarrollo Social de la provincia, en el marco del decreto 713/17 que, entre otras disposiciones, crea un comité interministerial encabezado por los titulares de ambas carteras para “asistir, proponer y proyectar tareas tendientes a superar el estado de programas e infraestructura en los institutos donde se encuentren jóvenes privados de su libertad, con modalidad cerrada o semicerrada”.

Además, la norma prevé crear un programa de talleres con actividades que constituyan la tarea central de los jóvenes durante su tránsito por los establecimientos. En ese marco, la propuesta de Telar ya funcionó con buenos resultados entre quienes concurren a las salas de informática del Movimiento y en las escuelas donde se lo puso a prueba.

UN SÍMBOLO

El árbol es el símbolo que se eligió para iniciar el desafío pero es también un código QR encriptado sobre el que se enfoca la pantalla de la tablet o el celular para generar el escenario del juego que será experimentado, primero, con jóvenes del pabellón juvenil de Las Flores y luego en el Instituto de Recuperación del Adolescente Rosario (Irar).

“Logramos desarrollar un sistema donde el material didáctico es accesible”, sostuvo Zoccola y agregó que “es un sistema de tablero de cartulina con stickers y a eso se le va agregando fichas, en el caso de Los sin Techo, y estamos trabajando en naipes. Ahora, intentamos no sólo que el tablero siga creciendo sino también saltar la realidad espacio-temporal para que se pueda jugar en otros lugares y en otros tiempos”. Pero siempre, el punto de partida es el árbol, “un símbolo muy fuerte para trabajar” que fue elegido por el docente e historiador Felipe Cervera, quien asesoró sobre la aplicación del juego en las aulas junto con Osvaldo Panza Doliani, especialista en neuriciencia.

El desafío “que no tiene final y se puede seguir jugando”, combina datos de la historia de la fundación de Santa Fe y cálculos matemáticos, se juega en grupo y “está pensado “para que se pueda practicar con un solo celular en el aula porque tiene que servir para Santa Fe y para Gato Colorado”, “no necesita Internet on line”, y está diseñado para que sea “muy liviano porque los adolescentes tienen muchas descargas en su celular”.

Como se dijo, el objetivo es generar el interés y la atención y, para lograrlo, Zoccola considera que cuentan con una herramienta importante que “paradójicamente, surgió desde los sectores más humildes para abrirse luego a la sociedad”. “Es un mensaje importante, que se invierta en lo mejor para los que más necesitan. El problema de la exclusión no sé si es tan grande en la dirigencia como en la sociedad en sí. Hay mucha caridad cuando hay necesidades, pero poca comprensión del fenómeno social”.

>> 17 jóvenes de entre 16 y 18 años están alojados en el pabellón juvenil de Las Flores y 37 en el Irar, de Rosario.

EL MARCO

El subdirector provincial de Justicia Penal Juvenil Francisco Bracalenti sostuvo, en diálogo con El Litoral, que el convenio con Los sin Techo se enmarca en el decreto 713/17 que estableció el abordaje integral desde Justicia y Derechos Humanos, por un lado, y Desarrollo Social por el otro, de los y las jóvenes de 16 a 18 años en conflicto con la ley penal. “En el marco de ese decreto, nos acercamos al movimiento y al enterarnos de que estaban trabajando en aplicaciones de realidad aumentada con funciones educativas, se decidió firmar este convenio para aplicar esa modalidad en el pabellón de Las Flores y luego en el Irar, de Rosario.

Son 17 jóvenes con causas judiciales en nuestra ciudad y 37 en la institución rosarina, aunque “son poblaciones muy dinámicas”, aclaró el funcionario. En términos de educación formal cuentan con escuela primaria y secundaria y en la programación de actividades no formales tienen talleres de oficio y actividades culturales. “La idea es potenciar desde Telar ciertas cuestiones que se vienen trabajando en la escuela o en los talleres y que permiten generar el interés y atención en los jóvenes”.

El decreto mencionado incluye, además, temas relacionados con obras edilicias, y el planeamiento y construcción e un nuevo pabellón juvenil en Las Flores junto con un centro de admisión en la zona sur de la provincia.