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Dos hombres fueron condenados a prisión perpetua por una serie de delitos graves ligados al negocio farmacéutico de Rosario, entre los que se encuentran el asesinato de un policía y un atentado fallido contra un abogado penalista, informaron hoy fuentes judiciales.
Las condenas recayeron sobre Pablo Andrés Peralta, de 37 años, quien llegó a las audiencias imputado de ‘amenazar a un médico, matar a un policía y balear a un abogado penalista‘, y de su cómplice, Hernán Matías Núñez, de 29, penado por los dos primeros ataques.
El fallo unánime, que fue dictado ayer por el Tribunal de Sentencia 3 integrado por los jueces Edgardo Fertitta, Marisol Usandizaga y María Isabel Más Varela, excluyó a los empresarios farmacéuticos que los contrataron, debido a que uno falleció y el otro accedió a un juicio abreviado.
El primer crimen que se ventiló en las audiencias iniciadas el 3 de mayo ocurrió el 7 de septiembre de 2012, cuando Peralta se hizo pasar por un cliente en el edificio donde funcionan las oficinas del penalista Alberto Tortajada y baleó al abogado en la puerta del inmueble en Montevideo 2026, frente al palacio de justicia santafesino. Según la fiscal Nora Marull, el ‘sicario‘ llegó hasta allí por ‘encargo del empresario José Antonio Iborra y su hijo Juan Pablo‘, a quienes el letrado les había reclamado por la deuda impositiva que tenía la farmacéutica titular de uno de los cuatro locales que ambos administraban en la ciudad.
Peralta fue encontrado culpable en este hecho por ‘tentativa de homicidio calificado por alevosía y agravado por el uso de arma de fuego‘, por haber atacado al abogado de 72 años con disparos en la espalda y el brazo.
Casi cinco meses después, intervino en otros dos ataques y fue encontrado culpable en ambos junto con su cómplice. El martes 5 de febrero de 2013, en una clínica los ahora condenados golpearon y amenazaron al dueño del lugar, Omar Ulloa, quien también poseía una cadena de farmacias y planeaba abrir otra cerca de un comercio propiedad de los Iborra.
De acuerdo al Ministerio Público Fiscal, un mes antes los empresarios ya habían amenazado a su rival enviando a los mismos imputados para que ‘balearan el frente de su casa‘. En esta oportunidad, los ‘sicarios‘ ingresaron a la clínica, golpearon al médico para amenazarlo y le robaron dos teléfonos. Sin embargo, una vez que salieron a la calle fueron sorprendidos por Carlos Alberto Dolce, un policía que estaba vestido de civil y trabajaba como custodia en esa cuadra. El agente intentó reducir a Peralta, pero su cómplice lo tomó por sorpresa y le disparó con una pistola calibre 9 milímetros; una vez herido, el efectivo no pudo retener al otro acusado, lo liberó, y fue asesinado de una apuñalada.
Según los jueces, los imputados fueron coautores de homicidio criminis causa por su conexión con las amenazas previas hacia el médico Ulloa, aunque además se consideraron otras dos calificaciones por alevosía y por asesinar a un policía.
A este delito le sumaron como agravantes el ‘uso y portación ilegal de arma de fuego de guerra, robo, amenazas coactivas y abuso de armas; todos hechos calificados‘, dijeron las fuentes.
Por último, el juicio oral excluyó a los empresarios Iborra debido a que el mayor de ellos falleció a mediados de agosto, y que su hijo Juan Pablo, cumple desde octubre una pena de 6 años y 8 meses de prisión domiciliaria como instigador de estos tres casos y otros hechos ligados a sus negocios en el rubro farmacéutico.