Gabriel Rossini
El consumo ha caído como consecuencia de la pérdida del poder adquisitivo del salario producto de una serie de medidas del gobierno nacional que el tiempo juzgará si fueron eficaces o no.
Gabriel Rossini
@taperossini
Más allá de algunas mejoras que según se difundió en los últimos días habría mostrado el sector de la construcción como consecuencia fundamentalmente del impulso que se le dio a la obra pública, que mostró el mes pasado la primera mejora en términos reales desde enero de 2016, la situación en el comercio y la industria local no ha mejorado, tal cual lo reflejan los relevamientos que realizan las entidades gremiales empresarias que representan a ambos sectores
De acuerdo con el informe que elabora el Departamento de Investigaciones Económicas y Sociales del Centro Comercial de Santa Fe, en el mes de abril de 2017 un 41,46% de los comerciantes declaró bajas en sus niveles de ventas respecto del mes anterior; un 29,27% informó incrementos, y otro 29,27%, niveles similares. En la comparación interanual, un 28,57% mantuvo sus ventas y un 35,71% las disminuyó en distintos porcentajes.
Esto representó un paso atrás respecto de marzo de este año donde los indicadores habían mostrado una muy leve mejora y habían despertado las expectativas de los comerciantes locales.
Con relación al porcentaje de locales desocupados, si bien mejoró dos décimas respecto de la medición de octubre de 2016, se mantuvo por encima del 11 por ciento de los locales relevados, que abarcan 6.533 locales de 40 calles y avenidas de la ciudad, incluyendo las principales avenidas, el microcentro, macrocentro y el bulevar Pellegrini/Gálvez.
La buena noticia para el sector es que pese a esta retracción, los comerciantes locales mantienen el optimismo: más del 68 por ciento de los comerciantes tiene expectativas favorables y casi el 22 por ciento dice que las ventas se mantendrán en el mismo nivel. Menos del 10 por ciento cree que empeorarán.
En tanto, la actividad industrial en el centro-norte de la provincia de Santa Fe se retrajo en el primer trimestre de 2017 el 2,6 por ciento con respecto al mismo período del año anterior y extendió la caída de la actividad en el sector.
En general, la menor actividad económica en nuestra región pegó donde más duele: de acuerdo con los datos del Ministerio de Trabajo de la provincia, en el aglomerado Gran Santa Fe, se observó durante 2016 una significativa caída del empleo industrial, al retroceder 2%, 2,6% y 4,3% durante el segundo, tercer y cuarto trimestre, respectivamente. Esto se mantuvo en el primer trimestre del año donde la caída fue del 1,9%.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, volvió a decir esta semana que el gobierno nacional tiene un plan económico que no va a cambiar por más que haya elecciones y repitió que el consumo bajó porque la gente ahorra más para la compra de viviendas a través del crédito hipotecario. Esta reactivación inmobiliaria no se ha visto reflejada en el mercado local donde los empresarios del sector consultados estiman que las operaciones mediante estos créditos no superaron el centenar.
En realidad, el consumo ha caído como consecuencia de la pérdida del poder adquisitivo del salario producto de una serie de medidas del gobierno nacional que el tiempo juzgará si fueron eficaces o no. Lo real es que de acuerdo con el último dato oficial dado a conocer por el Indec, el ingreso promedio de los argentinos es de 9.716 pesos, que para abril de este año apenas mejoró en los gremios que cerraron las paritarias, pero por debajo del porcentaje de inflación. Muy poco para reactivar la economía.