El Litoral
Hubo un violento cruce entre familiares de dos personas internadas. En el Alassia, una médica fue agredida.
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A raíz del violento episodio que se vivió el sábado, el hospital J. M. Cullen limitó la cantidad de visitantes por persona internada. “Al hospital estaban entrando 7 u 8 familiares por persona internada. Visitar a un enfermo no tiene que ser un acontecimiento social. Sabemos que puede resultar una medida antipática, pero es por el bien de los pacientes. Necesitamos que el hospital sea un hospital, con menos circulación de gente, más silencio, mayor respeto por el que está internado con un postoperatorio o tras un parto”, planteó el director del nosocomio, Juan Pablo Poletti.
Desde ayer, sólo se permite el acceso de dos personas por paciente internado, en el horario habitual de 14:30 a 16 horas. “En forma conjunta, la Dirección y el Consejo de la Administración del hospital, decidimos restringir a dos familiares por paciente internado hasta nuevo aviso. Nos parece que es la medida más acorde. Pedimos que la familia defina de antemano qué familiares van a venir. Se van a habilitar dos puertas de ingreso para que sea más ágil; ayer tuvimos que extender una hora el horario de visita porque demoraron casi una hora en entrar”, precisó Poletti.
Cruce entre familias
El sábado por la tarde, hubo un enfrentamiento entre familiares de dos pacientes internados en el Cullen, que se conocían del barrio por viejas disputas.
“Ingresó un paciente herido de arma de fuego que pasó directamente al quirófano. Mientras los familiares estaban esperando en el pasillo del quirófano, fueron divisados por un familiar de otro paciente de sala 3, que había ingresado hacía unos días también por herida de arma de fuego, aparentemente atacado por el otro. A partir de ahí hubo gritos, amenazas y corridas”, relató el director del Cullen.
Gracias a la intervención de la policía, cuatro personas quedaron detenidas. Se requisó el hospital, pero no se encontraron armas. “Fue un hecho de la calle que se trasladó al hospital. Es netamente cultural: ya no se respeta al hospital ni a los pacientes”, cerró Poletti.
En el Alassia
El sábado también hubo un episodio violento en la guardia del hospital de Niños O. Alassia. Los protagonistas fueron dos adolescentes internados por problemas de adicción: uno de ellos quiso pegarle a su cuidador, pero la que recibió el golpe fue una médica de guardia. En tanto, el otro se encerró en un baño, rompió un vidrio y sufrió heridas cortantes.