Joaquín Fidalgo
El crimen ocurrió en 2014, en calle Ángel Cassanello al 4200 de nuestra ciudad. La víctima fue apuñalada cuando salió en defensa de su hijo.
Joaquín Fidalgo
Los fiscales de homicidios, Jorge Nessier y Cristina Ferraro, pedirán una pena de 16 años de prisión para un joven acusado de matar a Omar Salvador Vallejo, un hombre que fue asesinado por defender a su hijo en diciembre de 2014.
Los funcionarios adelantaron su decisión en la audiencia preliminar llevada a cabo este jueves, en los tribunales de la capital provincial ante el juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Jorge Patrizi.
El delito fue cometido el 29 de diciembre de 2014, en inmediaciones de calle Cassanello al 4200 de la ciudad de Santa Fe. Los fiscales también solicitarán la declaración de reincidencia del detenido, ya que tiene antecedentes penales condenatorios.
El imputado tiene 29 años y se llama Ariel González. Los fiscales Nessier y Ferraro ya lo habían imputado el miércoles 31 de diciembre de 2014 como autor del delito de homicidio simple. En tanto, el viernes 2 de enero se llevó a cabo la audiencia de medidas cautelares en la que se ordenó la prisión preventiva.
Irracional
“Esa noche estábamos todos cenando en casa de mis padres. Somos seis hermanos. Siempre nos reuníamos. No había ningún motivo en especial. Estábamos todos. Hasta mis hijos. Uno de mis hermanos salió para hablar con un amigo. Afuera estaba un vecino, Ariel “el Pelado” González, quien estaba totalmente drogado. Hacía un par de días que no dormía. Empezó a decirle cosas a mi hermano: ‘¿Qué me mirás?’ y esas pavadas. Terminaron peleando a golpes de puño”, recordó Romina Vallejo, la mayor de las hijas de Omar.
“Entonces salimos todos -agregó- y también la familia del ‘Pelado’. Mi papá los separó. González se fue corriendo a su casa, a pocos metros, y salió armado con una cuchilla de carnicero, pero nadie se dio cuenta porque había un auto estacionado que lo tapaba. Cuando mi viejo lo vio, ya lo tenía encima. Mi papá lo alcanzó a correr a mi hermano, lo empujó porque él no se había dado cuenta, y recibió la puñalada en el pecho. Ellos se fueron todos corriendo. Mi papá se agarró el pecho y cayó de rodillas. Lo sentamos en un sillón y alcanzó a decir que metamos a los chicos adentro. Eran chiquitos. Dos o tres minutos más tarde se desplomó al suelo, en la puerta de mi casa”.
La escena que cuenta Romina es desgarradora. “Mis hijos tapaban a su abuelo con una toalla, para que no sangre. Lo querían curar. Él agonizaba. La ambulancia nunca llegó. La policía demoró 40 minutos. No lo querían cargar en la ‘chata’. Para cuando llegó al Hospital Cullen, mi papá ya no tenía signos vitales”, relató.
Solidario
Omar Vallejo trabajaba como albañil desde los 15 años y era conocido en el barrio, Villa Hipódromo, por su solidaridad. “Si alguien necesitaba una herramienta o hacer algún arreglo, ahí estaba él. Muchísima gente fue al velorio. Nadie lo podía creer. Los vecinos lo apreciaban. En la inundación, hacíamos olla popular para todos. No tenía mucha plata, porque era un obrero, pero no mezquinaba. Es más, al papá del asesino lo llevó más de una vez a rehabilitación cuando tuvo un ACV. Se conocían de chicos”, dijo Romina.
Amenazas
“A partir de ese día, todo fue una tormenta. Desde entonces, la familia del “Pelado” nos comenzó a acosar. Le tirotearon la casa a mi madre, para que retiremos la denuncia. Nos enloquecieron. Nos tuvimos que ir de nuestro propio hogar, porque se trata de gente de mal vivir. Hasta el día de hoy, nos siguen amenazando.
Antecedentes
Por otra parte, Ferraro también adelantó que la Fiscalía solicitará la declaración de reincidencia del imputado. Según el informe del Registro Nacional de Reincidencia, Ariel González fue condenado a ocho años y seis meses de prisión de cumplimiento efectivo por ser partícipe principal del delito de robo calificado por el empleo de arma de fuego; portación ilícita de arma de guerra; daño calificado por la intervención de un menor de edad y resistencia a la autoridad, todo en concurso real.
Querellante
La viuda de la víctima, Ana Patricia Zárate, se constituyó como querellante en la investigación. Es representada técnicamente por los abogados Federico Lombardi y Agustín Roubineau.