El Litoral
Tres historias que elegimos para este Día del Padre.
El Litoral
El Dr. Néstor Rossi es padre de cinco chicos, médico pediatra trabaja en el área de oncohematología del hospital de Niños “Dr. Orlando Alassia” y es conocido por su particular forma de atender y contener a sus pacientitos y sus familias: Con peluca de colores y corbatas divertidas.
Desde hace muchos años “Pipo”, como le dicen sus más allegados, atiende a niños con diferentes patologías y- tal como él lo dice- se hace “parte de cada familia”. Es que para él, ser médico implica también “acompañar en todos los aspectos” y esto incluye “sacarle alguna sonrisa” a esos pequeños que llegan a su consultorio con el miedo típico que les genera visitar al doctor.
“Mi forma de trabajar es diferente- reconoce Néstor- porque yo veo al chico” y muchas veces “para romper el hielo uno hace muchas cosas distintas- como colocarse una peluca- porque la idea es que los chicos se sietan confortables y que los padres presten atención al tratamiento”.
Su consejo es simple. Él convive con la enfermedad y la desesperación que ésta causa, por eso sugiere a los padres que- en la vorágine en la que vivimos- se den un espacio para “vincularse con los hijos” pero sobre todo “que los besen y abracen, porque esa es la mejor forma”.
Tarda en llegar y al final, hay recompensa
Víctor Osuna, es papá de Kimey, Enzo y Eric. Casado hace más de 10 años con Paola, durante más de cinco años trataron de ser padres biológicamente. Al ver que ella no podía quedar embarazada decidieron adoptar a Kiara, una nena de 3 años con una discapacidad en una de sus manitos. Poquito tiempo después tuvieron la “bendición” de enterarse de que la famlia se agrandaría: estaban esperando mellizos.
“Adoptamos a Kiara, más que felices, y un mes después nos enteramos de que mi mujer estaba embarazada. Habíamos hecho el tratamiento de fertilidad y logró quedar embarazada y para mayor satisfacción: Mellizos”, contó Víctor y agregó “de tres pasamos a ser cinco en la famlia, y más que felices”.
El camino para formar una famlia fue largo y difícil. Sin embargo ellos nunca perdieron las esperanzas. “El mensaje para los papás es que no bajen los brazos. Es una lucha constante pero el final es lo más importante, no importa cómo- si adoptando o biológicamente- lo importante es llegar al objetivo de formar una familia”.
“En algún momento, todo pasa”
Desde hace ocho años Diego Esquivo trabaja incansablemente para crear un espacio para acompañar a niños que padecen cáncer, la patología que se llevó al vida de su hijo Mateo. Finalmente, en el año 2014 abrió sus puerta la Fundación que lleva el nombre de su pequeño y colabora con las familias de los niños que pasan por una situación similar.
“Cada padre quiere que su hijo se cure, siempre. Yo trato de no tener mucho contacto porque a nosortos no nos fue en el tratamiento pero eso no significa que al resto de los chcios no les va a ir bien”, reflexionó.
Es por esto que “en el día del padre, decirle a todos los papás que tengan mucha fuerza porque en algún momento termina, pasa y después se ve de otra manera. Sea el desenlace que sea y que, obviamente, esto los va a marcar para toda la vida y que no olviden que los hijos los miran permanentemente y que necesitan sentirse contenidos”.