Florencia Arri
Las reliquias del sacerdote llegarán el día de la fiesta parroquial de la Jesús Resucitado. Los festejos comenzarán con procesión por el barrio y se extenderán durante todo el día con misa, almuerzo y mateada.
Florencia Arri
Este sábado será de fiesta en Alto Verde: la fiesta patronal de la Parroquia Jesús Resucitado sumará la llegada de las reliquias de su fundador, el Pbro. Aldo José Büntig. Sus restos, que hasta este lunes descansaron en el panteón del Clero en el Cementerio Municipal, descansarán en forma provisoria en la cripta de los padres jesuitas en el Santuario de los Milagros. El sábado, saldrán de allí para su último destino: un monumento en el frente de la parroquia que fundó en 1969 en una de las orillas de Alto Verde.
El traslado se realiza a pedido de los vecinos, quienes pidieron custodiar los restos de Büntig en el barrio y hallaron eco en el Arzobispado, en el municipio y en el Concejo deliberante de la ciudad que el último jueves aprobó por unanimidad mudar los restos al barrio. Desde este sábado, Büntig descansará mirando al río, en un monumento que construyeron ad honorem quienes lo conocieron, adonde colocarán una placa de mármol y una fotografía del sacerdote. “Así, el padre estará en el frente de la parroquia, en una especie de bendición al barrio que ayudó a forjar en vida”, dijo el Pbro. Héctor Ignacio Bossié SJ, hoy a cargo de la Jesús Resucitado.
Los restos de Aldo José Büntig serán recibidos por los vecinos desde que pongan un pie en el barrio: el sábado, la cita es a las 9.30 en el puente de acceso. Ese será el punto de partida de una caravana que irá por la calle que lleva el nombre del sacerdote —“siempre que no haya barro y se pueda transitar”, aclararon los vecinos a este medio— y que llegará hasta la Manzana 7, en el extremo sur de Alto Verde.
Al llegar a la vecinal, la columna se unirá a la procesión del Sagrado Corazón de Jesús, patrono de Alto Verde. Allí el arzobispo de Santa Fe, Mons. José María Arancedo celebrará una misa que culminará con un almuerzo en la parroquia.
La celebración promete extenderse durante todo el día con una mateada comunitaria organizada por los vecinos.
Celebración de la vida
Los festejos parroquiales prometen convertirse en las segundas exequias de Büntig: “Se comunicó mucha gente que lo conoció y va a venir a compartir anécdotas y a contarnos bien quién fue el padre”, dijo Leticia López. Ella, que fue la precursora de “repatriar los restos del padre a su barrio”, según sus propias palabras, dijo que espera ansiosa el encuentro con quienes compartieron otras facetas de la vida del cura.
“Nos estamos dando cuenta que conocimos muy poco del padre Büntig, que era una persona que tenía otras dimensiones en lo cultural. Dicen que era ‘un bocho’, que editó muchos libros y tenía premios internaciones... parece que era sociólogo. Va a haber gente que va a contar vivencias, recuerdos: creo que los vecinos que lo conocimos como verdadero cristiano, en su rol social, no lo conocimos en totalidad”, apuntó López.
Entre las presencias confirmadas a los festejos se destacan no sólo el arzobispo sino también religiosas de la orden de Hermanas Auxiliares Parroquiales de Santa María, con sede en Buenos Aires, que a pedido de Büntig tuvieron una casa en Alto Verde que mantuvieron por 41 años.
Bossié sumó que los sucesos en torno a Büntig tienen una connotación positiva: “Hemos quitado del lenguaje todo lo referente a la muerte porque es una celebración de la vida por quien fue Aldo Büntig y por todo lo que dejó a su paso”, destacó el sacerdote.
Figura destacada
La historia santafesina destaca a Aldo Büntig como el sacerdote nacido en la localidad de Progreso que fue sociólogo, escritor y referente en Santa Fe del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. El sacerdote llegó a Alto Verde de la mano de Universidad Católica de Santa Fe y permaneció allí varias décadas.
En 2013, los vecinos decidieron ponerle su nombre a la segunda calle en importancia del barrio, perpendicular a la central, Demetrio Gómez. Los motivos esgrimidos aludían al “Padre Aldo Büntig” como “precursor en la acción social del Distrito Alto Verde, iniciador de la obra cristiana más destacada del distrito y trabajador incansable de la comunidad de Alto Verde”.
Büntig se fue del barrio en 1976, cuando Monseñor Zazpe le pidió que dejara la parroquia para resguardar su vida. El sacerdote viajó a San Juan de Puerto Rico, donde falleció en 1978. El 31 de mayo se exhumaron los restos del padre y, tras su reducción, este lunes serán trasladados a la cripta de los padres jesuitas en el Santuario de los Milagros (San Martín 1540), donde permanecerán hasta su traslado a Alto Verde, el sábado 24.