Redacción de El Litoral
“Le erramos, nos equivocamos, estamos mal... Cambiaremos la política y no venderemos más jugadores”, dijo el presidente rojiblanco, en el hall del club y antes de la reunión de comisión directiva. No tomó decisiones sobre la integración de las subcomisiones.
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Estaba por empezar la anunciada reunión de comisión directiva. Afuera del club se empezaban a congregar algunos socios y simpatizantes. ¿Cuántos eran?, no muchos. “Menos de 100 seguro”, se animó a decir alguien. Se tiró una primera alternativa: “¿qué les parece si hacemos entrar a tres o cuatro que vengan en representación del resto?”, fue la primera propuesta. “No, dejen que voy yo y pongo la cara”, dijo Spahn. No es la primera vez que el presidente de Unión toma esta actitud. Ya lo hizo una vez después de un partido, en el propio estadio y trasladándose hasta el portón de Bv. Pellegrini. Hubo algunos insultos. Era natural, la exaltación estaba en su punto cumbre cuando vieron llegar a Spahn. Pero enseguida llegó el pedido de silencio. Había que escuchar al presidente, que al menos estaba poniendo la cara.
“Está claro que le erramos, que nos equivocamos, estamos mal... La economía a futuro no dependerá de la venta de jugadores, a pesar de mi deuda, que la cobraré alguna vez cuando vendamos jugadores y si no vendemos, no la cobraré o la cobrarán mis descendientes... La política fue la de formar jugadores y vender uno o dos por año, no les mentí, y nadie se juntó para decirnos ‘no hay que vender’... Hoy aprendimos la lección y por más que se enojen y pataleen los jugadores, no vamos a vender más... Acá hubo un técnico que me pidió por favor que saque a un jugador. ‘Sacámelo que me tiene podrido, me está pudriendo el entrenamiento, está loco por irse’, me dijo... Cambiaremos la política, no venderemos más. A mí no me va ni me viene. No agarré un centavo de ninguna venta. Todo fue destinado a pagarle lo que en el 2003 se le firmó a don Angel y su familia... Esta es una debacle sicológica, futbolística, anímica”, fueron algunas de las frases que no sólo se dejaron escuchar y que Spahn les dijo a los hinchas presentes, sino que también se viralizaron rápidamente por las redes sociales.
Los hinchas se calmaron y al poco tiempo se fueron. Los dirigentes volvieron a la sala de reuniones y comenzó el encuentro. ¿Qué se definió?, nada. Mejor dicho, habría que preguntarse “¿qué definió?”, porque en realidad, el motivo principal de la reunión era para que el presidente anunciase de qué manera quedarán rearmados los distintos departamentos y subcomisiones.
Naturalmente, los hinchas de Unión presentes en la sede le reclamaron a Spahn por el fútbol. Alguna pregunta giró sobre otro tema, como por ejemplo el querer saber cuánto le debe el club a Spahn. Pero el fútbol es el motor y el corazón de Unión. Y lo que pasó, fue a partir de la mala campaña que está cumpliendo el equipo en este 2017.
¿Qué les dijo Spahn a sus pares?, que utiliza el martes para terminar de hablar personalmente con algunos y que el miércoles es el día elegido para informar cómo rearma un club que no está acéfalo —ningún dirigente ha renunciado— pero que no tiene funcionamiento directriz a partir de la decisión de Spahn de pedirle a todos la renuncia a las funciones que desempeñaban, por más que el viernes pasado estuvieron los mismos acompañando al plantel, en la visita a Parque Patricios.
Naturalmente, el pedido de los hinchas hacia Spahn fue que arme un equipo competitivo. En realidad, más que un pedido fue un reclamo. Airado y casi desesperado, ante la evidencia de los malos resultados.
Hay preguntas que quedan flotando en el ambiente. Frente a este panorama, por ejemplo, ¿cómo quedará parado el entrenador?. Pablo Marini ha tratado por todos los medios de encontrarle la vuelta a un equipo alicaido. El no lo armó. Pero ha sacado sólo 4 puntos sobre 18 en juego. Apenas algo más de un 20 por ciento. Es muy poco y no lo pone en una situación ventajosa de cara al futuro, aunque el contrato que se le firmó es hasta junio del año que viene. Todo un tema.
Copa Argentina
El partido por Copa Argentina entre Unión y Nueva Chicago se jugará, finalmente, el jueves 29 de junio a las 17 en la cancha de Banfield.