El Litoral
Desde mayo, se sucedieron episodios delictivos que tuvieron como víctimas a choferes. Además, en este mismo período robaron a un remisero. Desde el sindicato aclararon que no tomarán medidas.
El Litoral
Los primeros días de mayo de este año, El Litoral daba cuenta de dos casos en los que taxistas accionaron el botón de pánico para “salvarse” de un episodio delictivo. Si se quiere, allí comenzaba una seguidilla de hechos (que continúa hasta la fecha) y que tiene como víctima a quienes conducen este transporte de pasajeros.
En un poco más de un mes, diez taxistas (a lo que habría que sumar un remisero) fueron asaltados en las calles de la ciudad de Santa Fe. La modalidad es parecida: uno o más individuos se suben al vehículo simulando ser pasajeros comunes y, al arribar al lugar indicado, esgrimen algún tipo de arma o directamente bajo amenazas verbales asaltan al conductor. Los delincuentes sustraen dinero en efectivo, montos que varían según cómo trabajó el taxi esa noche; el teléfono celular del chofer y, en algunas oportunidades, la máquina que expende el ticket.
La sucesión de hechos encendió las alarmas en el sector, sobre todo luego de un violento robo cometido en el barrio El Pozo, donde además de sustraer dinero y elementos hirieron al conductor. El lunes 12 de junio, los representantes sindicales de los choferes mantuvieron una reunión con autoridades policiales santafesinas y, casi en simultáneo, taxistas autoconvocados se movilizaron en la zona de bulevar y 25 de Mayo. En sintonía, el reclamo fue por mayor seguridad.
“Somos una parte más del problema”
Ante este panorama, El Litoral consultó a Francisco Aiello, presidente de la Asociación de Taximetristas Unidos de Santa Fe. El representante de los choferes explicó que este jueves se volvieron a reunir con autoridades policiales y les dijeron que están avanzando con el trabajo de investigación y prevención; al punto de tener casi resuelto el violento episodio de barrio El Pozo y el ocurrido en las últimas horas en barrio Barranquitas.
Al mismo tiempo, Aiello reconoció que se tiene que trabajar mejor en la prevención y con los dispositivos que poseen los choferes. Hasta el momento son 427 botones de pánico que están conectados con la policía.
“Es como que estamos en el foco de la cuestión, pero en realidad somos una parte más del problema que tiene la ciudad y el país. Nos está tocando a nosotros como le sucede a una panadería o a una farmacia. Los hechos son de todos los días”, aclaró.
Finalmente, Aiello descartó algún tipo de medida en relación a los hechos de inseguridad que se suceden durante la noche.