Danilo Chiapello
Lo dice Pablo Pérez, el florista amenazado por la banda de Los Cronos. Anoche volvieron las amenazas. Su casa fue atacada a tiros y cascotazos.
Danilo Chiapello
Pablo Pérez y su familia siguen sin paz.
En las últimas horas, un grupo de malvivientes (todos vinculados a la banda de Los Cronos) volvió a atacar el domicilio donde reside este vendedor de flores junto a su esposa y sus dos hijitas, en calle Amenábar al 4600.
Tras una semana de estar “refugiado” en lo de un familiar, la pesadilla regresó anoche.
Cerca de 15 personas (muchos de ellos menores de edad) que estaban con palos, cuchillos y hasta un arma de fuego, fueron los que arremetieron contra la modesta vivienda donde reside Pablo, junto a su compañera Yamila y las hijas de ambos.
“Tuvimos que escapar”
* “Anoche me quisieron entrar nuevamente. Eran un montón de estos delincuentes. Hicieron dos disparos al aire y después empezaron a tirar piedras. Me gritaban para que saque la denuncia. Me decían que me iban a matar a mí y a mi familia. Yo tuve que armar una barricada para que no tiren la puerta abajo. Y nos escapamos por la parte atrás”, dijo hoy Pablo en diálogo con El Litoral.
Respecto a los autores de esta nueva agresión, Pablo reveló que “en su mayoría eran todos chicos y chicas, que el juez de Menores los soltó. Éstos son los que quedaron dando vueltas, porque a los mayores ya se los llevaron”.
Con la fiscal
A raíz de estos episodios Pablo fue recibido este jueves por la mañana por la fiscal Yanina Tolosa, quien tomó cartas en el asunto.
La funcionaria recepcionó la nueva denuncia y es probable que en las próximas horas, la víctima y su grupo de familia queden bajo la órbita de un programa de protección especial.
* “Yo a mi casa ya la perdí. Ya está... ganaron ellos. No voy a poner en riesgo a mi familia. Ellos andan por la calle como si nada; se nos ríen en la cara. Son delincuentes que imponen su ley. Ellos manejan toda la cuadra y por poco manejan todo el barrio. Se escudan con las mujeres que son las que tienen las armas”, sentenció.