El Litoral
México pudo evitar el infierno tan temido en los primeros seis meses de Donald Trump y, de momento, puede estar contento porque no hubo deportaciones masivas ni muro ni ruina económica, el peso mexicano se ha apreciado y la calificadora Standard & Poor's le levantó el pulgar.
El Litoral
Télam
México pudo evitar el infierno tan temido en los primeros seis meses de Donald Trump y, de momento, puede estar contento porque no hubo deportaciones masivas ni muro ni ruina económica, el peso mexicano se ha apreciado y la calificadora Standard & Poor's le levantó el pulgar.
Cuando Trump ganó la Presidencia de Estados Unidos, el país vecino se estremeció por el discurso anti mexicano del magnate, que hacía presagiar lo peor. Sin embargo y pese a que persistirán los sobresaltos, ya no se espera una debacle.
Falta un capítulo importante: la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Nafta), cuya primera ronda se celebrará del 16 al 20 de agosto y será una nueva fuente de volatilidad. Trump amenazó al principio con abandonar el pacto, pero ha suavizado su postura.
La calificadora S&P mejoró esta semana la perspectiva de la deuda de largo plazo del gobierno mexicano, al pasarla de negativa a estable. "Es una ratificación de que tenemos fundamentos macroeconómicos sólidos, que la economía va bien, pero sobre todo que hemos sido muy resistentes, hemos sido muy fuertes ante tantos embates, sobre todo externos", dijo ayer la subsecretaria de Hacienda Vanessa Rubio en una entrevista televisiva, citada por la agencia de noticias DPA.
De acuerdo con el gobierno mexicano, los mercados ya asimilaron el efecto Trump luego de "sobrerreaccionar" al principio. No obstante, se espera todavía una "montaña rusa" hasta que concluya la revisión del Nafta (Tlcan por sus siglas en español), según el ministro de Economía, Ildefonso Guajardo.
En la semana de la toma de posesión de Trump, el 20 de enero, el dólar se disparó a 21,9 pesos en el mercado interbancario, su cotización máxima. El 3 de mayo, semanas antes de su nominación como candidato republicano, se pagaban 17,5 pesos por dólar. Ahora es como si ni siquiera lo hubieran nominado, en términos del mercado de divisas: el dólar está otra vez en los 17,5 y podría seguir bajando.
En otros frentes, las cosas tampoco se ven tan malas para México.
Aunque Trump siguió diciendo que hará pagar a México por el muro que quiere construir en la frontera, algo que el gobierno mexicano descarta de manera tajante, no dio ningún paso concreto.
Por lo pronto, dijo que no será necesario construir un muro en toda la frontera de 3.150 kilómetros, sino sólo en menos de la mitad porque hay también barreras naturales. Y señaló que podría autofinanciarse en parte con paneles solares.
En la era Trump hubo deportaciones de inmigrantes, como también antes con el demócrata Barack Obama, pero ninguna que hiciera colapsar la frontera. Tampoco se expulsó a México, como se había insinuado, a migrantes centroamericanos que estuvieran en espera de la revisión de sus casos.
En cambio, México y Estados Unidos siguieron trabajando en temas de lucha contra el crimen organizado, copresidieron juntos en Miami una cumbre sobre desarrollo y seguridad en Centroamérica, y están hablando de profundizar la cooperación energética. "Iba a poner fin al Nafta en dos o tres días a partir de ahora. Pero decidí que, más que poner fin a Nafta, algo que sería un shock bastante grande para el sistema, vamos a renegociarlo", señaló Trump en abril.
Seis meses después de Trump, el diálogo entre México y Estados Unidos sigue siendo fluido.