No hubo consenso entre las Cámaras. Diputados había votado su proyecto (que el Senado rechazó este jueves). La reforma del Código Procesal Penal tiene pronóstico reservado.
En la primera sesión tras el receso de invierno, la Cámara alta votó nuevamente su propio proyecto de ley de reforma del Código Procesal Penal, y rechazó las reformas que le había hecho Diputados.
El texto, que logró otra vez la unanimidad, es el mismo que los representantes de los 19 departamentos votaron en septiembre de 2016, al cambiar fuertemente un mensaje enviado por el Poder Ejecutivo.
La segunda media sanción del Senado tiene -como mínimo- pronóstico reservado en Diputados. Y si la Cámara baja no trata el tema, la reforma puede quedar en nada.
Básicamente, amplia las facultades a los jueces y los fiscales para retener durante más tiempo -encarcelados- a los acusados de cometer delitos, da más herramientas a los querellantes y las víctimas de la delincuencia y crea trabas a los magistrados para las excarcelaciones.
Además, crea figuras que en Diputados son rechazadas, como la habilitación a la policía para contar con agentes encubiertos infiltrados en organizaciones delictivas y -tal como ya preveía el mensaje del gobernador Miguel Lifschitz- reglamenta los juicios abreviados para que no haya abusos que terminen por consagrar penas leves para delitos graves, por esa vía, nacida con otros objetivos.