Frank Fuhrig y Maren Hennemuth - DPA
Frank Fuhrig y Maren Hennemuth - DPA
El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró que las personas transgénero no podrán desempeñar ninguna tarea dentro de las Fuerzas Armadas del país, con lo que dio marcha atrás a una decisión de su antecesor, Barack Obama.
“Tras consultar con mis generales y expertos militares, sepan que el Gobierno de Estados Unidos no aceptará ni permitirá que individuos transgénero desempeñen ninguna tarea en el Ejército estadounidense”, escribió en Twitter.
“Nuestro Ejército debe centrarse en una victoria decisiva y apabullante y no puede cargar con los tremendos costes médicos y la alteración que conllevan los transgénero. Gracias”, señaló en la red social.
En 2011, Obama derogó la política “don't ask, don't tell” (no preguntes, no digas) que prohibía a los homosexuales declarados ingresar a las Fuerzas Armadas.
En junio de 2016, el secretario de Defensa de Obama, Ashton Carter, declaró que se prohibía la discriminación de los transgénero en el servicio militar.
En aquel entonces, Carter había dicho que las Fuerzas Armadas necesitaban reclutar a las mejores personas disponibles sin “barreras no vinculadas con la calificación de esa persona”.
El actual secretario de Defensa, James Mattis, anunció el mes pasado un atraso de seis meses en la implementación de los planes de la era Obama para aceptar a los transgénero.
Aún queda por aclarar qué ocurrirá con los transgénero que ya están dentro de las Fuerzas Armadas. La portavoz de Trump, Sarah Sanders, dijo que la Casa Blanca trabajará junto al Pentágono evaluar el impacto de los que ya están en la fuerza.
La decisión de Trump provocó críticas inmediatas por parte de congresistas estadounidenses, incluso de republicanos.
La congresista de Florida Ileana Ros-Lehtinen, miembro como Trump del Partido Republicano, escribió en su cuenta de Twitter que “ningún estadounidense, sin importar su orientación sexual o identidad de género, debe ser impedido del honor y el privilegio de servir a nuestra nación”.
El presidente del Comité de Defensa del Senado, el republicano John McCain, consideró inadecuada la medida del presidente y apuntó que cualquiera que cumpla con las condiciones para entrar a las Fuerzas Armadas debería poder ingresar.
“No hay razones para forzar a los miembros en servicio que están en condiciones de luchar, entrenarse y desplegarse a dejar el Ejército, más allá de su identidad de género”, señaló el veterano de la guerra de Vietnam, de 80 años.
El senador demócrata de Masachusetts Ed Markey expresó a su turno que los militares transgénero “no son una distracción, son patriotas dedicados”.
No está claro cuántas personas transgénero hay en las Fuerzas Armadas y las estimaciones varían enormemente.
Según un informe de Rand Corporation, un “think tank” que trabaja estrechamente con el Pentágono, hay cerca de 2.450 personas transgénero entre los 1,3 millones de uniformados activos, además de 1.510 en las filas de la reserva.
“Sólo una parte buscará tratamiento relacionado con una transición transgénero”, indica el documento, que calcula entre 29 y 129 los miembros activos por año que verían su capacidad de servicio disminuida.
El aumento del costo médico fue estimado entre 2,4 y 8,4 millones de dólares al año, o sea, no más de un 0,13 por ciento de los actuales costos médicos de los miembros activos.
Las Fuerzas Armadas de otros países que han permitido la incorporación de personas transgénero hallaron “poco o ningún impacto” en la cohesión o preparación de esos soldados, detalla el informe.
Human Rights Campaign, un grupo a favor de los derechos LGBT (lesbianas, gays, bisexuales y transexuales), afirma que existen 15.000 personas transgénero en las Fuerzas Armadas estadounidenses.
“Amenazar a 15.000 miembros de tropas activos que ponen sus vidas en riesgo es antipatriótico y peligroso”, escribió la organización en Twitter.
Los transgénero son personas que no se identifican con el género con el que nacieron o no de forma exclusiva.