El Litoral
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El Municipio los puso en funcionamiento hace unos 15 días, con el objetivo de ordenar el tránsito en las esquinas del centro con mayor congestión de autos y transeúntes.
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“Hasta que no ocurra un accidente grave los peatones van a seguir sin respetar la señalización. Hemos puesto más de tres agentes por esquina para que se adapten y la gente cruza igual, no respetan nada”, indicó preocupado un inspector de tránsito, ante el paso apresurado de transeúntes que poco respetan los semáforos colocados en dos esquinas de la peatonal San Martín (Tucumán y La Rioja).
El funcionamiento de los semáforos data de hace pocos días y el acostumbramiento del ciudadano a esta nueva medida parece tardar. Una persona al cruzar “en infracción” dijo: “Cuesta darse cuenta y adaptarse a que tenemos semáforos en la peatonal, sobre todo cuando uno viene caminando apurado, es algo que va a llevar tiempo”.
Por su parte, un vendedor ambulante de la zona opinó que en los horarios picos se ven los mayores problemas: “Cuando salen de trabajar esto se convierte en un caos, los bocinazos de los vehículos hacia los peatones que pasan sin tener el paso, son constantes”.
Como se informó al momento de su instalación, hace unas semanas atrás, la Municipalidad tiene previsto abarcar toda la peatonal vieja, desde Eva Perón hasta Juan de Garay, por lo que serán ocho semáforos en total.
¿Cómo funcionan?
El semáforo de Tucumán y San Martín cuenta con decrementadores para los vehículos de 30 segundos. Una vez que da la luz roja, se activa el señalamiento para los peatones, que además de contar con uno de estos dispositivos, emite una señal sonora para el cruce de las personas con visión reducida. Mientras que en el cruce de La Rioja y la peatonal, el señalamiento es el tradicional, sin decrementadores ni chicharra para el paso de transeúntes.