Noche de terror para un panadero y su novia

Danilo Chiapello

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Eran las 5 de la mañana del lunes y Marcos Castillo (33), como todos los días, se disponía a iniciar una nueva jornada de trabajo en su panadería.

Lo primero que tenía en mente era poner en marcha y calentar unos minutos el motor de su camioneta, la que estaba estacionada en el garaje de su casa, ubicada en Espora al 4300, esto es, en barrio San Martín.

Pero cuando salió para cumplir dicho trámite fue sorprendido por dos sujetos que se le aparecieron de entre las sombras.

Los recién llegados cubrían sus rostros con capuchas y ambos portaban sendas armas de fuego. A los empujones lo hicieron entrar nuevamente a la casa, donde estaba durmiendo su novia. La pesadilla había comenzado.

“Me estaban esperando”

“Los tipos no me dieron tiempo a nada. Ahora que lo pienso me doy cuenta que esto fue un golpe planificado. Sabían a qué hora salgo para sacar la camioneta. Entonces me estaban esperando”, dijo hoy Marcos en diálogo con El Litoral.

“A los empujones me hicieron entrar a la casa. Después me ataron y me pegaron. Tengo lesiones en la cabeza. Primero me ataron a mí y me hacen tirar al piso. Después fueron hasta el dormitorio y la agarraron a mi novia que estaba durmiendo. A ella también le pegaron y la maniataron con precintos plásticos”.

“Fue una situación horrible. Porque uno se aguanta cualquier cosa, pero ya cuando ves que le pegan a una mujer es tremendo. Nos golpeaban en la cabeza con la culata de sus armas. También golpes de puño. A mi novia le lastimaron uno ojo y también la frente. Le pegaron mal”.

Respecto al modo de actuar de los ladrones, Marcos no pudo dar mayores precisiones porque “a mí me dejaron atado en el garaje. Y a mí novia la agarraron en el cuarto. Entonces no podía ver qué estaba ocurriendo”

Más adelante indicó que “revolvieron toda la casa buscando. Pero no había nada de valor... yo siempre viví con mi abuela, y del negocio no llevo nada a mi casa. Finalmente se llevaron algo de plata que tenía y unas joyas que había, porque mi novia compra y vende artículos de ese rubro. Le sacaron unos paños con joyas.

“No puedo dormir”

En otra parte el comerciante recordó que la odisea duró cerca de 15 minutos. Ese fue el tiempo que los delincuentes estuvieron dentro de su casa. “Parece poco... pero te aseguro que es una eternidad cuando estás en esa situación”, dijo.

Una vez que los rufianes se fueron el dueño de casa tuvo una reacción impensada. “Así como estaba los salí a correr. Fue una reacción instintiva”. Según trascendió los malvivientes escaparon a bordo de un VW Gol, de color oscuro.

Por último Marcos se refirió a la sensación que queda luego de semejante experiencia.

“Uno queda muy triste, golpeado en su interior. Es una mezcla de indignación y dolor. A la noche no podes dormir porque la cuestión psicológica te mata. Yo mañana tengo que salir a la misma hora para mi trabajo, y así todo el año. Pero te das cuenta que no te alcanzan los ojos para mirar. Todo te parece sospechoso. Escuchas ruidos por todos lados. En fin... uno queda muy mal”.