Ivana Fux
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El legislador negó que haya “fracasado” el armado territorial de los senadores. Pero deslizó que sectores y regiones -como los departamentos del centro- que “históricamente eran detractores” de Agustín Rossi, “ahora trabajaron para él”. Reunión conjunta el próximo viernes.
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Que el Frente Justicialista haya sido el más votado en la provincia para la categoría de diputados nacionales constituye su principal fortaleza pero a la vez, un dilema central. Cómo amalgamar posiciones para que todos los sectores se encolumnen tras una lista que encabezará Agustín Rossi es el principal desafío de la fuerza. “Rossi es sólo una parte”, avisó el senador Armando Traferri. El legislador, artífice del armado electoral que promovió la candidatura de Alejandra Rodenas, comprometió un trabajo conjunto siempre que se respeten “los estilos” de cada fracción. “El Justicialismo estuvo en la media; una muy buena elección. Ahora, su desafío es cómo trabajar juntos para poder mantener esos votos e ir por más. El desafío es no equivocar la estrategia”, advirtió el senador por San Lorenzo, en diálogo con El Litoral.
- Habiendo sido usted uno de los promotores de la candidatura de Rodenas, ¿se puede dar ese trabajo conjunto?¿Rossi puede conducir ese procesos para llegar a una general en la que se retenga ese caudal de votos?
- Lo primero que hay que ver es qué va a hacer Omar Perotti, que se mantuvo prescindente en todas las PASO, excepto para la de la ciudad de Santa Fe. Hay que ver qué hace. Por otro lado, el espacio que nosotros representamos no lo va a conducir Agustín porque es un espacio muy plural, con una lógica de construcción y funcionamiento distinto. Creo que Agustín eso lo sabe y no creo que pretenda conducirlo. Pretenderá que nos sumemos y nos sumaremos en una estrategia con nuestro estilo y manera de construir, y él con la suya.
- ¿Pero trabajarán por la unidad?
- Sí, sí. De hecho yo siempre trabajo por la unidad porque estoy convencido de que la unidad del peronismo es la que nos puede llevar a hacer buenas elecciones, y eso se demuestra en los hechos. El tema es que las partes entendamos cómo es eso; todo tiene que ver con el respeto. Hay un común denominador y es que tanto el sector de Agustín como el que representamos nosotros no está de acuerdo con las políticas neoliberales del gobierno nacional.
- ¿Considera que sigue habiendo una explicación pendiente de Omar Perotti que decidió no participar en la campaña?
- Mi pregunta es qué va a hacer Perotti... De la misma manera que siempre dije que él debía haberse puesto al frente de este proceso desde el inicio, creo que ahora él debería estar también en esta instancia. Pero es una decisión de él. Uno está o no está; sos parte de un trabajo conjunto o no lo sos. Yo no lo entiendo de otra manera.
- ¿Que Rossi haya ganado en 11 de los 19 departamentos, incluso en aquellos cuyos senadores empujaban la candidatura de Rodenas, habla de un fracaso del trabajo territorial de esos legisladores?
- No. El sistema electoral que tenemos es muy particular. La gente vota más a personas que a partidos, o al menos hasta ahora, porque con lo de Cambiemos esto parece haberse modificado. Uno venía viendo que se votaba un gobernador de un partido, senador de otro e intendente de otro. En una misma ciudad había dirigentes de tres partidos distintos elegidos por el mismo electorado. Se privilegiaba más al dirigente que al partido. De hecho, en la elección anterior hubo tres senadores que fueron con el partido Celeste y Blanco y los tres retuvieron sus bancas cómodamente. Creo que donde perdimos nos faltó tiempo; tiempo y trabajo porque la candidata no pudo estar en todas las ciudades. Hicimos mucho esfuerzo en Santa Fe y Rosario, y después apostábamos mucho a la estructura, y la estructura no funcionó como esperábamos. Igualmente considerábamos que con 200 mil votos ganábamos las Paso. La sorpresa es la cantidad de votos que sacó Agustín; nadie esperaba que sacara 320 mil votos.
- ¿Qué sucedió allí? Porque antes del congreso partidario hasta había dirigentes que pedían que Rossi compitiese por fuera del PJ y ahora termina siendo el candidato más votado... ¿Estaban disociados los dirigentes del electorado?
- Sí. Sin ninguna duda. Por eso desde mi posición siempre hice caso omiso a esas posturas que querían que quedara afuera y no participara Agustín por el Justicialismo. Siempre dije que si pensaban que era tan fácil, que fueran y le ganaran... Hubo un contexto distinto; se nacionalizó la elección y ese resultado también lo sufrió el Frente Progresista. Creo también que otros sectores que han sido históricamente detractores de Agustín dentro del Justicialismo, esta vez trabajaron para que gane Agustín. No me cabe ninguna duda.
- ¿Y eso por qué?¿Para perjudicar a Rodenas o porque de pronto se convencieron con la figura de Rossi?
- Eso tendrían que decirlo ellos. Hay que mirar las elecciones y se entenderá. Para la zona centro de la provincia, Agustín era el cuco y resulta que allí ganó. Creo que en el Justicialismo todavía estamos pagando facturas de los distintos sectores y de internas anteriores que priorizan más las diferencias locales que han tenido, que el proyecto en su conjunto.
- Se presentaba el proyecto Rodenas como la renovación del peronismo. ¿qué pasa ahora después de la derrota?
- Sigo sosteniendo que es la renovación. Logramos 180 mil votos en 30 días. Llegó a la elección con casi el 50% de desconocimiento.
- ¿Van a capitalizar que fueron el frente más votado para que la lista de diputados nacionales gane las elecciones de octubre?
- Sí, seguro. El desafío está en los dirigentes que deberán anteponer el proyecto en su conjunto del Frente Justicialista por sobre los intereses personales.
- ¿Rossi puede garantizar eso?
- Lo tenemos que garantizar todos; Rossi es una parte. El Frente Justicialista no hubiese sido el más votado sin nosotros. Nosotros construimos distinto. Siempre jugamos a ganar, pero ganar o perder es una circunstancia. Lo importante es lo que se construye y las bases que quedan.
- ¿Participarían de una foto de unidad?
- Sí, una foto conjunta nos sirve para mostrarnos todos juntos, pero eso no tiene sentido si no nos ponemos de acuerdo en cuál es el discurso y cómo vamos a trabajar. Primero vamos a discutir los ejes de la campaña, que lo haremos el viernes; allí veremos si se pueden acercar las posiciones. Yo creo que sí. Lo único que puede atentar contra una estrategia común son las mezquindades que son las que nos llevaron a estar como estamos tanto a nivel nacional como provincial.