Adiós al rey de la comedia

DPA

El célebre cómico Jerry Lewis murió ayer en su casa de Las Vegas, por causas naturales y rodeado de su familia. Famoso por su habilidad para las muecas, con un humor caracterizado por llevar las situaciones al extremo del absurdo, Lewis inició su carrera en el mundo del espectáculo a fines de los años cuarenta, cuando conformó un dúo con el ítalo-estadounidense Dean Martin.

“Martin fue el hermano que nunca tuve”, dijo Lewis sobre su compañero de escenario. Eran el dúo perfecto: uno encarnaba al hombre serio; el otro, al payaso. A las presentaciones conjuntas en bares y radios, le siguió en 1949 el primer film: “My friend Irma”, dirigido por George Marshall. El éxito alcanzado se reflejó en el lanzamiento de varias secuelas de la cinta en los años subsiguientes. “Eran como estrellas de rock antes de que existieran las estrellas de rock”, escribió alguna vez el New York Times.

El dúo se separó en 1956. Fue una separación conflictiva que les llevó unos veinte años de silencio hasta la reconciliación.

Lewis inició por entonces una acelerada carrera en solitario. La cinta “The Delicate Delinquent” (1957) fue la primera de una serie de films en los que demostró que podía hacerlo solo.

Ambicioso e inquieto, el comediante se lanzó a la dirección tres años después con “The Bellboy”. Lejos de abandonar la actuación, Jerry fue alternando a partir de entonces sus papeles de actor y director.

Y así llegó “The Nutty Professor” (1963), conocida en el mundo hispano como “El Profesor Chiflado”, donde protagonizó uno de sus papeles más memorables, el de un apacible científico que cada noche se transformaba en un arrogante galán. La figura del profesor fue reeditada 33 años más tarde por Eddie Murphy.

Pero entonces, algunos comenzaron a criticarle la continua repetición de gags y poco a poco su figura se fue opacando en la pantalla grande. Volvería a filmar recién en 1970, previa incursión sin demasiado éxito en la pantalla chica.

Lewis lo intentó una vez más diez años después. La década del ochenta lo encontró actuando en varias películas, algunas de ellas con otras claves de humor. De la mano de Robert De Niro volvió a convertirse en una figura requerida y hoy es considerado por muchos padre de comediantes como Jim Carrey o Adam Sandler.

Proveniente de una familia judía del mundo del espectáculo, Lewis empezó a mostrar sus dones con el canto cuando apenas tenía cinco años. Se casó dos veces, tuvo cinco hijos propios y dos adoptivos.

El mundo del cine lo llora

Estrellas de Hollywood como Robert De Niro, cantantes como Cher e incluso la Casa Blanca lamentaron en las últimas horas la muerte del actor. “Jerry fue un pionero en la comedia y el cine. Y era un amigo”, dijo De Niro, que aseguró que Lewis mantuvo su sentido del humor hasta el final. “Le echaremos de menos”, aseguró el protagonista de “El Padrino”, que compartió plató con el cómico a las órdenes de Martin Scorsese en “The King of Comedy” (1982).

Para Jim Carrey, Lewis fue “un genio indiscutible, una bendición inmensa, la comedia absoluta”. “Yo estoy porque él estuvo”, tuiteó. También lamentó su muerte otra leyenda estadounidense de la comedia, Carl Reiner, quien le describió como “un verdadero ícono” La cantante y actriz Cher dijo que ya de niña admiraba al “querido Jerry” y recordó sus actuaciones juntos.

Recordaron también a Lewis otras estrellas como Bette Midler, Celine Dion, Whoopi Goldberg, Goldie Hawn, Octavia Spencer, William Shatner y Samuel L. Jackson.

La Casa Blanca lamentó la muerte del que calificó como “uno de los mejores artistas estadounidenses”: “Nos hizo reír a todos durante medio siglo y su increíbe obra benéfica tocó la vida de millones. Jerry vivió el sueño americano, quería de verdad a su país y su país lo quería (...). Gracias, Jerry. Se te echará en falta”, aseguró en un comunicado.

Lewis tuvo muchos problemas de salud, entre ellos cáncer de próstata, un infarto, dolores crónicos de espalda y una grave enfermedad pulmonar. En 2009 recibió un Oscar humanitario por su colaboración en la lucha contra la pobreza y la enfermedad. Desde 1966 y hasta que cumplió los 85, cada año presentaba un gran espectáculo benéfico a favor de personas que sufrían dolencias musculares.