Sandra Montero, la testigo que acusó al ex senador Remo Costanzo de haber recibido una coima de 300 mil dólares por haber aprobado la Ley de Reforma Laboral, se desempeñó en el Senado de la Nación desde 1998 hasta el 2001. Así lo revelaron diversas fuentes de la Cámara alta, quienes negaron que la testigo haya sido secretaria del ex legislador rionegrino, y que trabajó en la Cámara hasta 2001. Sin embargo, la testigo se relacionaba con Costanzo desde antes de su ingreso al Senado, ya que había trabajado en la campaña electoral por la cual el acusado de haber recibido las coimas resultó elegido senador nacional en 1995. La testigo ingresó en 1998 a Ceremonial de la Cámara alta, y dos años después pasó a desempeñarse en la Prosecretaría Administrativa. Su último trabajo en el Senado de la Nación fue en la Dirección de Relaciones Oficiales, encargada de la distribución de pasajes aéreos entre los legisladores, hasta 2001 cuando dejó de desempeñarse en la función pública. La mujer aseguró hoy que se pagaron sobornos para aprobar la ley de Reforma Laboral en el gobierno de Fernando de la Rúa y admitió haber visto 300 mil dólares en el despacho de Costanzo. Aseguró que el ex legislador justicialista, ya procesado en la causa, "le dijo que aspiraba a recibir 600 mil y finalmente recibió 300 mil que ella vio", según informaron a Télam fuentes judiciales.