El Litoral
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Su presidente evaluó un presente lleno de motivaciones.
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El ingeniero Olegario Tejedor, presidente de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, estimó que “hay muchos motivos para conmemorar los 133 años de la institución. Ha sido un motivo de fecunda labor, en pos de la ciudadanía del centro norte de la provincia”.
Como se sabe, el origen de la institución se remonta al 29 de agosto de 1884, día en que los órganos gubernamentales competentes otorgaron la personería jurídica al Club Comercial, piedra basal de la actual BCS. De acuerdo con la información relevada por la Arq. Silvia Bournissent, quien investiga la historia del edificio que es sede de la Bolsa, la primera reunión orientada a la creación del Club Comercial se realizó el 6 de julio de 1884. Pero recién el 11 de agosto de dicho año, y con la firma de don Ignacio Crespo, presidente de la asociación recién constituida, ingresaba al Ministerio de Gobierno el pedido para que se la reconociera como persona jurídica. La nota fue girada en el curso de esa misma jornada al fiscal de Estado y al día siguiente la petición recibió dictamen favorable elevándose al Poder Ejecutivo. Poco después y en base a los informes recibidos, el gobernador de la provincia, canónigo Manuel Zavalla, aprobaba sus Estatutos y Reglamento General, declarándola persona jurídica.
Tejedor analizó la problemática que encara la Bolsa, en un diálogo distendido con este diario.
- ¿Creemos que no es un aniversario más?
- Siempre, una fecha de estas características tiene una motivación. Hoy estamos trabajando en varias cuestiones: Responsabilidad Social Empresaria, Cámara Arbitral de Cereales, laboratorio para los análisis que pueda necesitar el productor.
- A propósito del laboratorio, ¿hay novedades?
- Estamos abocados a la construcción de uno nuevo, adaptado a la realidad que viven los productores. Es una etapa de franca innovación, que incluye una nueva aparatología, de última generación. Se encuentra en la zona portuaria y pensamos que a principio del año próximo estará inaugurado. Pretendemos ampliar el abanico de ofertas para la producción.
- Cómo ve la Bolsa el actual momento económico que vive la provincia?
- Hay una premisa: si no somos competitivos, estaremos en problemas. La realidad es la que comentan ustedes. Estamos perdiendo eficiencia, tenemos los campos inundados, las rutas en mal estado. Y faltan más puertos cercanos a la producción. Por eso, el ejemplo es concreto: Hoy, trasladar una tonelada de cualquier producto desde el NEA o NOA a Rosario, es más caro que llevarlo del sur de Santa Fe a China.
- ¿Pero no hay forma de superar esa coyuntura?
- Nos falta un plan director, una bicectriz que nos lleve hacia un camino en el que nos está faltando todo. Hay ideas sueltas, pero no están llevados en dirección a un objetivo común. Junto a eso, creo que falta educar al ciudadano.
- Toda gestión se fija prioridades. ¿Cuáles son las del grupo que usted preside?
- Hay prioridades ineludibles: obras de infraesctructura, hidráulicas, viales, Hidrovía y puerto. En el caso de la Hidrovía, como no generamos carga, los demás se quejan que subsidian un dragado que no se utiliza, como el tramo Santa Fe-Psaraguay. De Santa Fe al sur se paga peaje por tonelaje. Tampoco se puede subsidiar balizamiento cuando todas las barcazas son paraguayas. En otras palabras, no se puede vivir de subsidio del Estado si no produce.
- Lo dice además por el puerto de esta capital...
- Claro. Sobre el puerto creo que en algo estamos fallando. Seguimos frenados en el proyecto de una nueva estación fluvial. No sabemos si se hacen mal los pliegos (de la licitación), o estos no logran seducir a los inversores. En algo nos estamos equivocando. El problema somos nosotros. Los santafesinos no sabemos ver el puerto. Los viejos se olvidaron. El puerto le dio a Santa Fe muchísimo movimiento, tanto económico como social.
- Cómo ve la ciudad, la región...
- El problema mayor es la droga. La droga deteriora la mente y ese deterioro también deteriora las relaciones laborales y personales. Así no se puede vivir.
- Pero hay reservas intelectuales...
- Por supuesto. Hay que darles visibilidad a los que hacen pequeños grupos. Por ejemplo, tenemos un parque tecnológico al que queremos darle un amplio apoyo. La Bolsa tiene un Centro de Estudios reconocido en la provincia y provincias vecinas, que estudia la marcha de la economía. El laboratorio tiene el reconocimiento de la norma ISO 14.000 y es auditado por el Bureau Veritas S.A. Proporciona información confiable que toman áreas del gobierno para encarar el análisis de las realidades sectoriales.
Un poco de historia
La dinámica de la gran transformación que experimentaba el país y cuyo eje era la producción agropecuaria localizada principalmente en Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe, generaba veloces cambios. La ramificación del Club Comercial en la creación, en forma paralelo, de la Bolsa de Comercio de Santa Fe (nacida en el espacio progresista del Club Comercial y a impulsos de sus propios hombres) fue una de ellas. En este marco, La Bolsa se crea como una entidad con mayor especialización comercial que enfatizaba las actividades de la cadena agroindustrial y la exportación de cereales.
En la sesión del 12 de julio de 1912, los estatutos y reglamentos fueron aprobados, se declaró fundada la institución y se procedió a la elección de su máximo organismo: la Cámara Sindical (que luego fue reemplazada por el Directorio), el cuerpo de conducción en el que están representados las diversas Cámara y autoridades elegidas por los asociados de la institución).
La inauguración oficial, luego de concluirse los trámites relacionados con la obtención de personería jurídica, se produjo el 7 de diciembre de 1912. Tal era la vinculación de ambas, que la Bolsa funcionaría, desde los primeros días, en la sede del Club Comercial (edificio donde actualmente se encuentra la Bolsa, que había sido inaugurado por el Club Comercial el 29 de febrero de 1912).
Tanto el Club Comercial como la Bolsa de Comercio de Santa Fe, funcionaron paralelamente hasta que en 1919 se resolvió la fusión de ambas entidades. En la escritura de fusión y transferencia por el Club Comercial y la Bolsa de Comercio de Santa Fe establecía en una de sus cláusulas: “bajo la denominada Bolsa de Comercio de Santa Fe, refúndanse el actual Club Comercial y Bolsa de Comercio”. Asimismo señalaba que los bienes muebles e inmuebles que posee el primero de estos centros, así también como los bienes muebles de la última, pasaría al dominio de la nueva sociedad.