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Un año después, un testigo clave contó que el joven fue ejecutado cuando estaba de rodillas y desarmado. La causa tomó nuevo impulso tras la constitución como querellante del padre de la víctima.
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El juez de la investigación penal preparatoria, Luis Octavio Silva, ordenó la prisión preventiva para el agente policial Emiliano José Navarro, acusado de matar a sangre fría y cuando ya se encontraba desarmado, a un joven de 17 años que escapaba del robo a una casa de comidas de barrio Candioti.
La víctima, Walter Exequiel Alarcón, entró a robar a la rotisería Shambalá a las once de la noche del viernes 11 de marzo de 2016. Durante el atraco, del cual se llevó unos pocos pesos que había en la caja, los dueños del local activaron la alarma, lo que provocó que Alarcón y el personal policial se toparan en la puerta e iniciaran una persecución y cruce de disparos que se prolongó a lo largo de cuatro cuadras, donde finalmente el ladrón fue alcanzado por un balazo fatal.
Pasó más de un año y medio desde ese día hasta el martes de esta semana, cuando la fiscal de Homicidios, Cristina Ferraro, ordenó la detención de Navarro para llevarlo a audiencia imputativa. La representate del Ministerio Público de la Acusación responsabilizó al entonces numerario de la Comisaría 3ra. por el delito de “homicidio calificado por el empleo de arma de fuego y por ser cometido por un miembro de las fuerzas de seguridad” en calidad de autor; y esta mañana mantuvo el pedido de prisión preventiva ante el juez Silva.
Nuevo aporte
Varios testigos que fueron aportados a la causa coincidieron en el derrotero del raid delictivo que se inició en calle Belgrano al 3.400, continuó hacia el norte hasta calle Castellanos con un violento tiroteo en el que afortunadamente no hubo terceros lesionados; y siguió hacia el este hasta calle Las Heras, nuevamente al norte hasta Maipú y al este en dirección a calle Alvear.
En ese último tramo se produjo el disparo que terminó con la vida de Alarcón, que se investigaba como un caso fatal en el marco del uso legítimo de la fuerza pública, puesto que todo indicaba que el deceso se produjo a consecuencia de un tiroteo.
Sin embargo, un cuidacoches de la zona complicó la situación del policía, cuando este año fue citado para aportar su testimonio a la fiscalía. “Hay un testigo que da una versión diferente”, señaló la Dra. Ferraro, que participó de la audiencia acompañada por el fiscal Exequiel Hernández.
“Voy a contar todo lo que ví”, le dijo el hombre de 37 años a la fiscal Ferraro y a los abogados del Centro de Asistencia Judicial, Federico Lombardi y Agustín Roubineau, que representan al padre de la víctima como querellantes en la causa.
De rodillas
El hombre relató que “pensó que era su sobrino” cuando escuchó los disparos por lo que corrió tras el policía hasta llegar al lugar. Dijo que “no iba a decir nada”, pero sobre el final de su declaración se quebró y relató que el muchacho fue ejecutado, cuando intentaba entregarse y estaba de rodillas, con las manos en la cabeza y había tirado el arma a un costado.
El informe de autopsia da cuenta que el proyectil ingresó por el parietal derecho de la cabeza y le ocasionó gravísimas lesiones por las cuales falleció pasadas las 3 de la mañana del día siguiente, en el Hospital Cullen. Además, señala el informe que a causa de la intervención quirúrgica realizada, no es posible precisar el trayecto ni la distancia a la que fue efectuado el tiro.
Entre otros argumentos, la fiscal Ferraro sostuvo que la declaración de este testigo es clave a los fines de un futuro juicio oral, por lo que pidió al juez que sea introducido como anticipo jurisdiccional de prueba, para evitar futuras presiones que puedan modificar la versión.
Mensaje
“La fiscalía no puede dejar de avanzar en este caso de gran violencia que implica al personal policial”, se justificó Ferraro y destacó que “lo que hubiera correspondido era reducir a Alarcón, no ajusticiarlo de manera unilateral, abusiva y deliberada”.
Tras la adhesión de los querellantes Lombardi y Roubineau, los abogados Martín Risso Patrón y Martín Ávalos desplegaron su estrategia defensiva para sostener la versión original del suceso.
El propio Navarro declaró cómo fue la persecución y fue claro al remarcar que hizo blanco en la cabeza del asaltante cuando lo tenía a una distancia de 30 o 40 metros, apostado desde la ochava de sur-este de Las Heras y Maipú.
Risso Patrón desacreditó la versión del cuidacoches al que calificó como “familia de delincuentes” por las referencias tanto de él como de su sobrino, al conocimiento de calibres y tipos de armas de fuego. “Resulta totalmente inverosímil esta declaración”, le reprochó a la fiscalía.
También negó la existencia de riesgo de fuga, porque su pupilo “fue citado y siempre estuvo a derecho”, por lo que rechazó la imposición de la prisión preventiva y en su caso propuso que quedara en domiciliaria hasta tanto sea debidamente incorporado el testimonio del cuidacoches.
Por último, y para saldar la controversia, el juez Silva resolvió deshechar las medidas alternativas propuestas por los defensores y en cambio dictó la prisión preventiva para Navarro. En tanto, puso plazo de 30 días para que se produzca el testimonio del cuidacoches como anticipo jurisdiccional de prueba, medida tras la cual podrá revisarse la cautelar aplicada al policía. Por último, dispuso que el testigo clave sea incorporado al programa provincial de protección a testigos.