El Litoral
A falta de sólo un mes para las elecciones presidenciales en Chile, a las que se postulan ocho candidatos, el desinterés del electorado es la marca más patente de las campaña para los comicios, en los que también se renueva Parlamento.
El Litoral
DPA
Según las encuestas, el candidato conservador Sebastián Piñera, quien ya gobernó entre 2010 y 2014, conseguiría un cómodo triunfo en la primera vuelta prevista para el 19 de noviembre. Los sondeos le otorgan a Piñera entre un 40 y un 45 por ciento de las preferencias.
Sin embargo, el resultado no le alcanzaría para evitar la segunda ronda del 17 de diciembre, en la que se enfrentarán las dos primeras mayorías.
El acaudalado empresario, de 67 años, que promete a los chilenos reactivar la economía, aumentar los empleos y revisar las emblemáticas reformas tributarias, educacional y laboral aprobadas durante el gobierno de la presidenta socialista Michelle Bachelet, entre otras iniciativas, ha llamado a evitar el triunfalismo que ronda entre sus partidarios.
El ex mandatario es el abanderado de Chile Vamos, una alianza que integran la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), la principal formación opositora que colaboró más estrechamente con la dictadura de Pinochet; el partido Renovación Nacional (RN) y el Partido Regionalista Independiente (PRI), entre otras formaciones.
Dirigentes del bloque opositor estiman que Piñera podría ganar la presidencia en primera vuelta si logran convencer al candidato y diputado ultraconservador José Antonio Kast, un defensor de la obra de Pinochet, que pida a sus partidarion votar por el ex presidente. Los sondeos le asignan alrededor de un 5,0 por ciento de apoyos.
Kast, que ha rechazado esa posibilidad, dijo, sin embargo, que de llegar a la Presidencia derogaría, entre otras cosas, la recién aprobada ley del aborto, que enviaría tropas del Ejército para controlar la violencia mapuche en el sur del país o que cerraría la frontera con Bolivia para terminar con el narcotráfico.
De acuerdo con analistas locales, un eventual triunfo de Piñera para un segundo mandato de cuatro años se vería más bien facilitado por el desorden en el oficialismo, que llega con dos candidatos a la primera vuelta: el senador independiente Alejandro Guillier y su colega Carolina Goic, la presidenta del Partido Demócrata Cristiano (PDC).
Guillier, un conocido periodista de 64 años, se postula con el respaldo de Nueva Mayoría, el bloque de centroizquierda que incluye a socialdemócratas, socialistas y comunistas. Los estudios de opinión le asignan un poco más de un 20 por ciento de las preferencias, por lo que se convertiría en el principal adversario de Piñera en el "ballotage".
Hasta abril, Nueva Mayoría estaba integrada también por el PDC, el mayor partido de la alianza, que resolvió, sin embargo, impulsar la candidatura de Carolina Goic tras desavenencias internas. La senadora, de 44 años, tiene un apoyo que ronda el 5,0 por ciento.
Además de los nombres de Piñera, Kast, Guillier y Goic, los chilenos encontrarán en la papeleta a la periodista Beatriz Sánchez, que ganó las primarias del Frente Amplio, una nueva fuerza progresista que está a la izquierda de Nueva Mayoría, e integrada por los verdes, humanistas y liberales de izquierda, entre otras agrupaciones. La candidata, de 46 años, una crítica de la gestión de la presidenta Bachelet, tendría un respaldo de entre un 13 y un 15 por ciento, de acuerdo con los sondeos.
Las otras candidaturas son las del ex socialista Marco Enríquez-Ominami, hijo del mítico guerrillero chileno Miguel Enríquez, muerto en un enfrentamientos con agentes de la dictadura de Pinochet, quien se postula por tercera vez a la presidencia; Eduardo Artés, un ardiente defensor del régimen de Corea del Norte, por el Partido Comunista Acción Proletaria; y el senador Alejandro Navarro, del izquierdista partido País. Ninguno de estos postulantes supera el 5,0 por ciento.
En los comicios generales, en los que además se renovará por completo la Cámara de Diputados, que sube de 120 a 155 miembros, y parcialmente el Senado, que aumenta de 38 a 50, están habilitados para votar poco más de 14 millones de chilenos.