Redacción El Litoral
Luz Balbastro asegura que hay dos sectores antagónicos —el oficialismo y el Frente Justicialista— trabados en un “diálogo de sordos” y que eso no le conviene a los vecinos.
Redacción El Litoral
La candidata del Frente Alianza Grande, Luz Balbastro —que responde al espacio que lidera Sergio Massa a nivel nacional— sostiene que la dinámica legislativa en el Concejo está marcada —y trabada— por el antagonismo entre el Frente Justicialista y los ediles que responden al intendente José Corral.
La define como un “diálogo de sordos”, que no le conviene a los vecinos ni a la ciudad, y que se da en un momento muy inoportuno: porque es un obstáculo para debatir cómo se distribuyen los fondos —“con sensibilidad y sentido común”— que llegan del Gobierno Nacional, “que giró $ 2.000 millones más de presupuesto” (un 197% más).
“Yo estoy en las antípodas de Macri, pero si viene la plata hay que aprovecharla y dejar de pelear. La crítica que les hago a los concejales del Frente Justicialista es que están perdiendo el tiempo en pelear y se va pasando la oportunidad de reordenar el gasto público con un verdadero sentido social”, planteó Balbastro, en una entrevista con El Litoral.
— En el Concejo, además, está el enfrentamiento entre el socialismo y el sector del radicalismo que responde al intendente y que integra cambiemos.
— Pero a la hora de votar, el socialismo y el sector del intendente suelen hacerlo en bloque. Del otro lado está el Frente Justicialista, que tiene que resolver sus propias contradicciones. Hay kirchneristas y un grupo que llegó de la mano del PRO. ¿Muchachos me lo explican o vamos todos juntos al diván?
— Usted está intentando llegar por el lado de Massa, que también es peronista.
— Sí y nosotros somos una vertiente que siempre intentó construir a partir del diálogo.
— En la campaña se viene discutiendo cómo se distribuye la inversión pública en la ciudad y una “chicana” habitual al intendente es que no se priorizan los barrios. ¿Qué piensa?
— Al oficialismo le llevó diez años ajustar el GPS y encontrar el norte. Y en los últimos años comenzó a invertir en ese sector de la ciudad y empezó por los desagües, un tema que tiene que ser una política de Estado, que compartan todos los sectores. Esta gestión lo hizo ya arrinconada por las circunstancias.
— ¿Qué otras iniciativas de la gestión actual deberían ser políticas de Estado?
— El desarrollo que se hizo en el área educativa, con la excepción del Liceo Municipal. Es una herramienta académica que debe tener una función social y hoy está enclavado en nuestro “Puerto Madero”, lo que debilita su función social. Hay que descentralizarlo porque la mayoría de los alumnos son del norte y del este. Además, es una herramienta para combatir el narcomenudeo. El 30% de la matrícula escolar en Santa Fe abandona, repite el colegio o tiene sobre-edad. Más de la mitad de nuestros trabajadores no tienen el secundario terminado. Todos estos chicos que se caen del sistema están en las plazas a merced del narco del barrio.
— ¿Qué se debe hacer desde el municipio para evitarlo?
— La educación y el trabajo son dos ejes que te ordenan. Yo creo que el municipio tiene que dejar esa función estática de ocuparse del alumbrado, el barrido y la limpieza y apropiarse de una dimensión social. Es decir, de la educación, de generar trabajo, de la salud y de la seguridad, que es la resultante de todas estas variables. El primer cordón de contención de los problemas del vecino es el intendente. Hay que dinamizar el rol del municipio y hay que animarse a apropiarse de esas funciones.
— A partir de su participación en el espacio de Massa, ¿qué se puede replicar de lo que hizo en Tigre en la ciudad?
— El Centro de Monitoreo Municipal en Santa Fe es una buena idea, que replica el modelo de Massa en Tigre. Pero proponemos sumar el programa Alerta Santa Fe, para que nuestros celulares se conviertan en botones antipánico. El alerta llega al centro de monitoreo, que le avisa a los bomberos, la policía y así el municipio puede monitorear el tiempo de respuesta y pedir explicaciones cuando hay demoras. En Tigre, con un rol activo del municipio, los delitos disminuyeron un 80%.
— En la campaña también reclamó más comisarías para la mujer y un mayor presupuesto para las políticas de género.
— Hoy el oficialismo te dice que esas políticas son transversales en la gestión y está bien, pero eso es a largo plazo. En lo inmediato, ¿cómo asistís en un día lluvioso como hoy —por ayer martes— a una mujer que quiere hacer una denuncia de barrio Santa Rita y que no puede salir de su barrio porque las calles son intransitables? Lo mismo a una joven que vive en Punta Norte y quiere hacer la denuncia en la Comisaría de La Mujer, que está en el sur. Cómo entra la policía a ayudarlas con cuatro o cinco cuadras intransitables por el barro. Te dicen que cualquier comisaría te toma la denuncia pero ellas dicen que no es así. Eso está en el protocolo y en los papeles, pero ahí muere. Y es habitual que les digan: “Vos habrás hecho algo” o “si no estás moretoneada no vuelvas”. A veces son hasta las mismas policías mujeres las que se los dicen.
— En el debate televisivo propuso un acuerdo para no ensuciar la ciudad durante la campaña, ¿le llevaron el apunte?
— No tuve repercusiones entre los políticos de la ciudad. En el ambiente es como que soy “la loca” que quiere menos carteles pero es un tema que reclaman los vecinos. De hecho Rafaela y Santo Tomé tienen acuerdos para no ensuciar la ciudad durante la campaña. Incluso los espacios políticos se respetan y no se rompen la cartelería. En Rafaela hay lugares específicos para la cartelería y los espacios se sortean. En Santo Tomé ponen cartelitos que son como pequeños “biombos”, que son fáciles de retirar. También se puede convenir no pintar las paredes ni los cordones y usar cartelería móvil, entre otras medidas.
Tres proyectos
Si ingresa al Concejo, Luz Balbastro propone comenzar su labor legislativa con tres proyectos:
1) Alerta Santa Fe: convierte el celular en un botón antipánico al alcance de todos los vecinos. “La gente no tiene que invertir un peso, solo bajarse una aplicación”, explicó Balbastro. El celular se conecta al Centro de Monitoreo Municipal y el vecino puede seleccionar si tiene una emergencia de seguridad, un incendio o necesita una ambulancia.
2) Noches seguras: la idea es mejorar la gestión del corredor nocturno de la ciudad, en la zona de boliches, que utilizan miles de jóvenes los fines de semana. “Yo voy a buscar a mis hijas y me preocupa mucho la situación en la ruta 168, sobre todo a la hora de salida”, contó Balbastro.
3) Observatorio del tránsito: “Lo necesitamos, entre otras cosas, para ordenar el tema del multazo, que se incrementó en la actual gestión municipal”, aseguró Balbastro.
Perfil
Luz Balbastro tiene 51 años.
Abogada y escribana.
Es la presidente del Tribunal Municipal de Cuentas (el órgano de conducción lo conforman tres vocales que se rotan en la presidencia).
Fue directora de escuela durante 15 años.
Hace 25 años que está casada con quien era su compañero de estudio (Raúl Fernández). Tiene tres hijas: Pilar, Milagros y Rosario.
Vive en el barrio Mariano Comas y es hincha de Unión.
Hobbie: durante mucho tiempo coleccionó revistas de Nippur de Lagash y después siguió con Dago, el veneciano.
Un deporte: el esgrima, que practicó desde que era una niña y hasta la universidad. Compitió a nivel nacional y estaba pre-seleccionada para integrar el seleccionado argentino, pero tomó la decisión de priorizar su carrera de abogacía.
Un libro: “La razón de mi vida”, que escribió María Eva Duarte de Perón. “Fue el libro que me marcó en política”, dijo Balbastro.
Una canción: el tango “Uno” (letra de Enrique Santos Discépolo y música de Mariano Mores).
Una meta: “Como dice Sancho Panza en el Quijote: pretender cambiar el mundo es un acto de justicia y no un acto de locura. No sé si es textual, pero así recuerdo el sentido de la frase”, contó Balbastro .
Un adversario: “Los propios; es decir, mis miedos, mis inseguridades y no los demás —aseguró la candidata—. Tengo una frase mía, que suelo decir: no hay que coleccionar rencores”.
La primaria la hizo en la escuela Normal de Santa Fe y la secundaria en colegios de Jujuy, La Paz (Entre Ríos) y Resistencia (Chaco) porque su papá era militar y tuvo varios destinos. La carrera de abogacía la curso en la UNL.