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Domínguez piensa partido a partido: cambiaría algún nombre y el esquema para ir este viernes.
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Si bien al tema esta directiva lo agarró “empezado”, con poco margen para torcer el rumbo del triste final, sin dudas que el efecto Poblete pegó mucho en el Mundo Colón. Y en Vignatti, especialmente, generó una gran decepción, porque nunca pudo digerir que jugadores formados en la casa se vayan mal del lugar donde “nacieron”.
Acaso con ése argumento, el de revisar viejos errores, por ejemplo, lo convenció al “Perro” Sebastián Prediger para que reviera ese juicio contra el club -generado en la era Lerche- y que estaba dentro del Salvataje Deportivo. Nadie sabe cómo lo hizo, pero finalmente el presidente de Colón se salió con la suya y el ex “5” (siempre insultado) decidió resignar los varios millones que estaban verificados dentro del concurso.
Le mostró a Poblete el camino de Prediger pero no pudo torcer la historia y el ex capitán se fue a Francia, donde se está por ir al descenso con el Metz y ya es cuestionado por su rendimiento.
Así las cosas, se propuso ordenar cada uno de los contratos pendientes de los jugadores que son patrimonio de Colón. “No se puede renovar un contrato cuando faltan seis meses, hay que ocuparse mucho antes y no dejar nunca nada para último momento”, es una de sus frases de cabecera en el Mundo Colón.
Es por eso que en el radar se fijó objetivos claros: Germán Conti, Nicolás Leguizamón, Tomás Sandoval y también Tomás Chancalay. Los jugadores son “ciento por ciento” de Colón. De a poco, la casa se fue ordenando en todo sentido: en lo institucional, en lo económico y ni qué hablar de lo deportivo con la imponente sumatoria de Eduardo Domínguez, además de la clasificación a la Copa Sudamericana 2018.
Su foto de ayer en El Litoral es el resumen de lo que buscó desde un primer momento: armar un capitán propio, darle pertenencia e identificarlo con la gente después del desastre Poblete. Germán Conti es una de sus debilidades en Colón. Llegó al club como asesor, antes de ir a las elecciones como presidente, y lo primero que hizo fue “acomodar” el sueldo del “Flaco” que estaba con el contrato mínimo de AFA.
Después, ya como presidente, le pidió a Conti que no aceptara una oferta para irse a un grande: “Te pido que te quedes, estamos mal con el promedio y Colón te necesita. Te prometo que te vamos a vender bien, no te van a faltar ofertas, te queda todo el tiempo por delante”. Vignatti pidió y Conti aceptó. Ahora, una temporada después, José cumplió: acordó renovar el vínculo hasta el 2020, lo jerarquizó con un salario importante a la altura de los mejores y le puso una cláusula de blindaje “razonable”: 4,3 millones de euros.
Con Nicolás Leguizamón, Tomás Sandoval y Tomás Chancalay fue haciendo un trabajo casi de hormiga. Los dos primeros chicos vienen de padres ex futbolistas y saben de qué se trata, más allá de las ansiedades lógicas que tiene un padre para que su hijo crezca. “Los representantes son como los jugadores: hay de nivel y hay del montón”, les dijo.
Cada uno por su lado, Legui y Tomy, terminaron con Pedro Aldave, el representante de Lucas Nicolás Alario. Y en el caso del furioso Chancalay fue a parar a manos de Adrián Roucco, nada más y nada menos que el representante de Tévez.
“Tienen que terminar como Alario... no tienen que terminar como Poblete”, es una frase que si no se las dijo textualmente el presidente sabalero, seguramente la piensa.
El otro tema que, se sabe, le quita el sueño al presidente de Colón es poder seguir dando pasos firmes para salir del Salvataje Deportivo. De este tema, Vignatti habla poco y nada. Sólo se filtró un dato: lo envió a su mano derecha, José Alonso, a “instalarse” esta semana en Capital Federal. Y no sólo para que vote como asambleísta de Colón en la AFA.
Alonso gestionó en la casa de calle Viamonte un “libre deuda” que Colón estaba necesitando luego de acordar con el “Chiqui” Tapia el plan de pagos en cuotas. Aunque nadie lo diga, era un paso clave para pensar en recuperar la hegemonía económica de la institución. Por lo que averiguó El Litoral, la gestión de Alonso fue positiva.
El jueves, además de firmar el contrato con Conti, el presi sabalero controló personalmente el avance de las obras en la nueva bandeja sur. Hay dos empresas que trabajan: una de Santa Fe y otra de Córdoba. Todo bajo la supervisión de un viejo conocido de Vignatti. Tan “viejo” que fue el primero que lo acompañó en sacar los recordados tablones y poner cemento: el Arquitecto “Pancho” González.
El sueño se hará realidad en 2018: jugar por FOX la Copa Sudamericana con el anillo cerrado y la capacidad cercana a los 40.000 espectadores en el Cementerio de los Elefantes.
Finalmente, también por info chequeada por este diario, logró cruzar algunas palabras en las últimas horas con Pedro Aldave, que llegó a Santa Fe para sellar el acuerdo con la familia Sandoval para manejar a Tomás de ahora en más.
Aldave, el repre de Alario, contrató a Ariel Rek -es el abogado que logró en Fifa bajar la sanción de Messi; para muchos el mejor de la Argentina- y le dejó una certeza a Vignatti: a los sumo en 30/45 días se cobrará la suma millonaria que corresponde del blindaje ejecutado por los alemanes del Leverkusen que tanto molestó a River.
Contratos de jugadores propios ordenados, asegurados y extendidos en el tiempo; la tribuna nueva, avanzando en tiempo y forma; el equipo invicto y arriba en al Superliga; el plan activado para salir del Salvataje en los próximos meses.
Después de mucho tiempo y de muchos momentos feos para el pueblo de Colón, la casa está en orden. De la mano de José.
Salvo Conti, cuya salida está fijada en 4,3 millones de euros, los otros tres chicos del club -Legui, Sandoval, Chancalay- no tienen suma de blindaje para irse de Colón
Sub 19 // Invitación
Como informó El Litoral, Colón fue invitado a un Mundialito de Clubes en China, donde participarán 110 equipos de todos los continentes y sólo 9 de Argentina. “Del interior, sólo somos 4”, comentó José Alonso. Además de asegurarse un ingreso en dólares, es una excelente ocasión para mostrar talentos sabaleros.
“Motoneta” López
El recordado ex jugador que hizo historia en el famoso partido contra el Santos de Pelé estaba vinculado como empleado de la institución sabalera. Una versión indicaba que lo habían despedida pero los dirigentes aclararon a El Litoral: “Dejó de venir a trabajar y un tiempo después mandó una carta documento para hacer juicio contra Colón”.