El Litoral
Se trata de Leandro Federico Ochoa de 27 años. Los fiscales que investigaron el caso fueron Jorge Nessier y Cristina Ferraro.
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Prensa MPA
Leandro Federico Ochoa de 27 años fue condenado a prisión perpetua por ser el autor del homicidio de Noelia Soledad Muchiutti ocurrido el sábado 11 de octubre de 2014 en la ciudad de Santa Fe.
Así lo resolvió el tribunal pluripersonal integrado por los jueces Eduardo Pocoví (presidente), Luis Octavio Silva y Susana Luna. La sentencia fue leída en una audiencia celebrada este martes por la mañana en los tribunales de la capital provincial. El delito por el que fue condenado Ochoa es homicidio calificado (por el vínculo y por el empleo de arma de fuego).
Los fiscales que investigaron el caso fueron Jorge Nessier y Cristina Ferraro. Luego de conocerse el fallo, Nessier dijo que “el tribunal dictó sentencia sobre la base de lo solicitado por la Fiscalía en cuanto a la calificación jurídica del hecho y, en consecuencia, resolvió la pena que corresponde que es la de prisión perpetua”.
Disparo intencional
“Ochoa le quitó la vida a la víctima con quien no convivía, pero sí tenía una relación”, aclaró Nessier. “El homicidio se produjo en horas de la madrugada, dentro de la vivienda que habitaba el condenado y estando a solas con la mujer”, agregó el fiscal.
Nessier indicó que “como sucede habitualmente en este tipo de hechos que se dan en el ámbito privado, no hubo testigos directos y hubo que realizar una trabajosa reconstrucción de lo ocurrido”. En tal sentido, el fiscal dijo que tuvieron importancia “los resultados de las pericias realizadas y las declaraciones que brindaron una situación contextual de los hechos”.
“Concretamente, se probó que dentro de la vivienda se realizó un ataque con un disparo de arma de fuego que impactó en el rostro de la víctima, y que le produjo la muerte de manera casi inmediata”, señaló el fiscal.
“Con posterioridad, Ochoa se descartó del arma con la que cometió el delito y de otros objetos que eran de la víctima –que nunca pudieron ser hallados. Recién a partir de ese momento se dirigió a la vía pública (fue visto por policías en inmediaciones de las calles Lavaisse y la avenida Peñaloza) con la joven ya muerta en brazos en un aparente pedido de auxilio, pero que en realidad fue un intento de disfrazar la situación que había protagonizado y desligarse de la responsabilidad del delito que había cometido".